351 árboles patrimoniales adornan Quito

Los árboles patrimoniales son ejemplares especiales que se destacan por tener una avanzada edad y un gran tamaño. Son majestuosos y generalmente están ligados a la tradición e historia de un lugar. Dentro de la ciudad tenemos 351 que fueron sembrados hace más de cien años y que ahora son protegidos y cuidados.

El Municipio, a través de la Coordinación de Arbolado Urbano de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, EPMMOP, inspecciona constantemente a los árboles patrimoniales de la ciudad y toma las medidas de cuidado necesarias para mantenerlos en óptimas condiciones.

Quito cuenta con árboles patrimoniales de diversas especies como: aguacate, arrayán, capulí, cedro, ciprés calvo, eucalipto, palma abanico, entre otras, los cuales, además de ser físicamente atractivos y de aportar al entorno paisajístico de la ciudad, mejoran la calidad del aire, reducen la temperatura, generan sombra y promueven la salud mental y física.

En 2006 se creó la primera lista de árboles a ser considerados como patrimonio vivo de la ciudad. Esta iniciativa la tuvo el Jardín Botánico de Quito, quien comenzó a identificar y enumerar a los ejemplares más representativos del Distrito. El objetivo fue promover la importancia del arbolado urbano y mejorar la conciencia colectiva con respecto al cuidado del mismo.

En 2009 se tomó contacto con destacados arbolistas de otros países y en 2010 se realizaron las primeras jornadas de arboricultura, evento que convocó por primera vez al personal administrativo y técnico de gestión del arbolado de todo el país. Durante el 2014, con la participación de la comunidad, se declararon nuevos ejemplares patrimoniales que han ido aumentando año tras años.

¿Sabías qué?

La palabra “patrimonial” proviene del latín patrimonium, y hace referencia a lo que alguien ha heredado de sus progenitores. Un árbol puede ser considerado patrimonial por las siguientes razones: cuando es nativo o endémico de un lugar, tiene una forma poco habitual, tiene más de 100 años de edad y notables dimensiones, es emblemático y está interrelacionado con la comunidad, tiene importancia histórica o cuando alberga fauna o flora en amenaza de extinción.

Cuidado especial

Los árboles patrimoniales son considerados bienes protegidos por lo que no pueden ser cortados, dañados, trasplantados, mutilados ni destruidos. Reciben un mantenimiento especial que consta de fertilización y poda. También tienen letreros descriptivos que destacan su condición “patrimonial”.

Recuerda que nuestro patrimonio arbóreo debe ser conocido, cuidado y respetado para que podamos contar con sus incontables beneficios por muchos más años. ¡Ayúdanos a protegerlo!.

 

 

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