Monólogo y poesía en el 60 y Piquito de Barrionuevo

No hay luces, director de escena ni escenario suntuoso, pero los espectadores del 60 y Piquito del grupo “Gardenias Doradas” de Barrionuevo, al sur de Quito, esperaban ansiosos el monólogo llamado “Los barrios del sur”, una obra escrita y contada por Maura Guerrero, usuaria del centro.

Los aplausos anuncian que entró en escena; Maura está de pie, a sus 75 años, su voz suena serena, delicada. “Un día Argelia quiso unir a los barrios del sur para eso alquiló una Villa Flora, en un Barrionuevo; entre sus invitados estaban Santa Ana, Ignacio de Loyola, Santo Tomás y muchos más, con un sombrero de México, llegó Chimbacalle, a la vuelta le esperaba Rodrigo de Chávez que le dijo tú que Chávez si van a beber y después Cutuglagua, Cutuglagua hasta que se quedaron medio Caupichos y Turubambas…” El auditorio estalla en risas.

Sumida en el dolor por la pérdida de su hijo hace 25 años, Maura encontró consuelo en la poesía, le escribió a la vida, a la muerte, al dolor, al amor, a la ciudad y a la tecnología. Son más de dos décadas escribiendo.

“Mi dolor hizo que escriba, así de repente ni yo sabía que tenía ese don, porque no estudié literatura ni terminé el colegio”, nos cuenta. Maura dejó su natal Ambato para buscar nuevos horizontes en la capital; aquí se casó y dio vida a 7 hijos (2 fallecidos). La descendencia se multiplicó a 16 nietos y 9 bisnietos; quienes en las reuniones familiares siempre piden el show de los monólogos.

Sus amigos y amigas del 60 y Piquito son amigos del barrio, se conocen de toda la vida; en esas calles jugaron, se enamoraron, se casaron… Ahora disfrutan del baile, el canto, las manualidades, del bingo, de un café acompañado de poesía y por supuesto de la risa con la presentación de los monólogos de Maura.

“Tenemos una declamadora de lujo que nos deleita con su poesía y somos felices”, dice Marien Tello, quien acota que “Ella nos hace a nosotros los testamentos de año viejo ¡Ninguno nos libramos!”, exclama con cierta picardía Aníbal Ubidia.

Guillermo Rodríguez, prefiere ser más profundo en su criterio “El cuerpo envejece pero nuestra mente no, aquí en el 60 y Piquito, estamos con ganas de seguir vivos, aquí revivimos lo que hemos pasado cuando éramos jóvenes”

El Distrito Metropolitano de Quito tiene cuatrocientos diez puntos del programa 60 y Piquito, con alrededor de tres mil seis cientos adultos mayores. Ismael Carrera, es el responsable del punto 60 y Piquito de la administración Eloy Alfaro, junto a 4 promotores y 13 talleristas se encargan de analizar las necesidades del grupo e impulsar los programas; sostiene que su trabajo es sublime y de muchas emociones “Te reciben con abrazos, besos, con ojos de ternura, y esa es la mejor paga”.

Quien desee ser parte del 60 y Piquito, solo debe ir al grupo más cercano de su barrio con la cédula de identidad, facilitar el número de contacto de un familiar y la dirección domiciliaria.

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