Casa del Abogado tiene nueva imagen

La Alcaldía de Quito en el marco del programa de preservación de edificaciones patrimoniales del Distrito Metropolitano, con una inversión aproximada de 150.000 dólares, entregó la tarde de este lunes 19 de febrero la sede del Colegio de Abogados de Pichincha, ubicada entre las calles Piedrahita y 6 de Diciembre.

Mauricio Rodas, alcalde Metropolitano, señaló “que realiza la entrega de la Casa del Abogado, a nombre de la ciudad, a sus miembros y a todos los quiteños como un espacio patrimonial rehabilitado, restaurado y embellecido, sin duda eso es lo que merecemos los abogados pero también lo que merecemos todos los quiteños que estos espacios tan hermosos de los que disfrutamos en nuestra ciudad estén a punto estén resplandecientes y se conviertan en una memoria viva del patrimonio que orgullosamente los quiteños hemos heredado”.

La intervención a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio comprendió entre otros la ejecución de los siguientes trabajos: mantenimiento de las cubiertas, muros, renovación de pisos, corrección de patologías de humedad, trabajos de acabados en las áreas interiores, cambio de las instalaciones eléctricas, hidrosanitarias, dotación de baterías sanitarias y la pintura general de la edificación.

Como parte de la intervención se adecuaron y habilitaron varios espacios, de acuerdo a las necesidades del Colegio de Abogados, debiendo destacarse que la misma permitió la recuperación de la estructura de la cubierta para el ingreso de luz al interior de la edificación, que había sido eliminada por intervenciones anteriores.

En los trabajos de mantenimiento de la edificación, laboraron en forma permanente durante 4 meses, en jornadas extendidas de hasta 12 horas, de lunes a domingo, 25 obreros y 6 técnicos.

La rehabilitación y mantenimiento de la edificación se realizó de conformidad con lo estipulado en el Convenio de Cooperación Interinstitucional suscrito entre el Municipio de Quito y el Colegio de Abogados de Pichincha, el 10 de agosto de 2017.

Ramiro García, presidente del Colegio de Abogados de Pichincha, fue el encargado de recibir el inmueble rehabilitado y señaló que el trabajo realizado por el Municipio de Quito ha sido impecable y agradeció a nombre de 15 000 abogados que son parte del gremio profesional. En su discurso recalcó que “se tomó la decisión, no solamente de aceptar la enorme ayuda del Municipio, sino también, de retribuir a la ciudad parte de lo mucho que hemos recibido por eso hemos decidido ligar el arte y utilizar esta casa como un Centro de Cultura como un centro de Arte e Historia”.

Adicionalmente, el Gremio de los Abogados de Pichincha aportará con la ejecución de talleres de capacitación en al ámbito legal a los servidores del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito y también brindará asesoría legal gratuita a los propietarios, administradores, tenedores, poseedores de inmuebles patrimoniales o de interés patrimonial de “escasos recursos económicos”, que requieran legalizar o regularizar su propiedad para acceder a los programas de “inversión y rehabilitación del espacio público sobre bienes patrimoniales y áreas históricas o de interés patrimonial”.

Esta edificación catalogada dentro del inventario de edificaciones patrimoniales con ficha No. 102021505, se construye en la “ciudadela Urrutia” hoy sector de La Alameda en el año 1934 bajo el diseño y dirección del Arq. Leonardo Arcos Córdova para vivienda de “Alfonso Pérez Pallares”.

De acuerdo a la arquitectura de la época, se emplaza la edificación en la mitad del predio rodeada por amplios jardines. Su estilo arquitectónico se enmarca dentro de las características “historicistas y eclécticas”, con rasgos de “art decó”. Mantiene una “volumetría clara, asimétrica, delgada losa en voladizo, en la que los elementos de remate y detalles acusan un lenguaje racionalista sin ornamentos”. En la fachada en planta baja sobresale una delgada losa semicircular apoyada en su perímetro por columnas cilíndricas que marcan el ingreso principal.

Originalmente la disposición interna de la edificación funcionalmente se desarrollaba en un hall interno y una doble altura alrededor de los cuales se distribuían los espacios “íntimos” del inmueble. Un vestíbulo desde el cual se desarrollaban (hasta la actualidad) las escaleras de circulación vertical hacia la segunda planta y a la terraza “lineal en la cubierta”.

Los materiales constructivos correspondieron a paredes portantes de ladrillo, columnas y vigas de hormigón armado, losas de cubierta y cubierta de madera y teja sobre el cuerpo principal. La carpintería metálica correspondió a materiales de la época, instalando ventanas de hierro y vidrio, y barandas de hierro en los pasamanos. Los pisos originales se enmarcaron en materiales como madera y piedra.

Para el año 1990, el uso original fue reemplazado como sede bancaria y a partir de este uso sufrió varias modificaciones en su interior. En el siglo XX el banco dejó su funcionamiento convirtiéndose en bodega, hasta diciembre del 2003 fecha en la que inicia el uso actual.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *