La Mariscal una historia de enigmas, castillos y princesas

Quito es un “joyero” que encierra las más bellas piezas monumentales, guardadas celosamente en sitios cotidianos que de tanto verlos se nos hacen comunes, nadie puede negar la belleza del centro histórico pero el patrimonio es un compendio de barrios, plazas y zonas que a un enamorado de la historia de ciudad, como es Héctor López Molina, le invitó a escudriñar los sitios, historias y las características arquitectónicas que han hecho de la Mariscal la “joya de la corona” de la Capital.

Muchos rincones coloridos y emblemáticos hay en Quito, pero La Mariscal es particularmente mágica. Tan solo al caminar unas pocas cuadras es fácil evidenciar que existe una historia en cada plaza, en sus calles y en su arquitectura. Aunque parezca increíble hay más de 30 castillos construidos, unos grandiosos, otros extraños y enigmáticos, pero todos cuentan historias increíbles.

Desde hace 15 años a Héctor López se le ocurrió la idea de recabar información, recopiló tanta que ya no sabía qué hacer con este bagaje histórico y tomó la decisión de compartirla a través del blog “Ladrillos de Quito”, donde relata historias, datos curiosos e interesantes, a veces poco conocidos y también otros que jamás se habían escuchado.

Armado de una pluma, una cámara y zapatos cómodos, investigó por bibliotecas, publicaciones, páginas, libros y decidió redescubrir la magia que encierra la Mariscal; ese sitio que alberga construcciones espléndidas, plazas icónicas, historias de amores y desamores y todo gracias a que la rancia aristocracia de nuestra ciudad al expandirse la ciudad más allá de la Colón, decidió construir palacios, palacetes, quintas de descanso y comenzaron a innovar imponiendo modas, estilos que buscaban emular los cambios vertiginosos del mundo.

Aun con las complicaciones del híper-centro que empuja el progreso hacia el norte, subsiste un oasis de belleza como es el sector La Mariscal, un territorio pequeño, cuya oferta es tan variada y rica que llama a todo tipo de turistas, pero no todos conocen la historia que encierra este barrio.

En poco tiempo, Héctor López a través de sus blog logró un alcance importante y a través de redes sociales, sus seguidores pedían que no solo se les cuente bellas historias sino que querían redescubrir esos lugares maravillosos que describía con tanta dedicación, así fue que hace cinco años comenzó a realizar recorridos educativos con visitas a palacios, casas patrimoniales y emblemáticas que se volvían más interesantes con las curiosidades que Héctor cuenta y los datos que él denomina “chismes históricos”.

La Administración de la Mariscal decidió apoyar esta iniciativa de un joven visionario enamorado de la Mariscal y de Quito quien realiza cada 15 días recorridos educativos que permiten a todos conocer las curiosidades de lo más recóndito de Quito. Se desarrollan en cuatro cuadrantes, el primero es el sector de la Colón; el segundo la Plaza Foch y sus alrededores, el tercer cuadrante cuyo recorrido se realizó este sábado, abarcó el perímetro la Carrión, Patria Amazonas, Robles y un cuarto recorrido se realizará dentro de dos semanas será en la avenida 12 de Octubre y sus alrededores.

La ciudadela Mariscal Sucre, va desde la calle Veintimilla hasta la avenida Patria y desde la avenida 10 de Agosto hasta la Seis de Diciembre. En 1.905 la empresa Anglo French a través del ecuatoriano Modesto Sánchez Carbo adquirió una gran extensión de terreno desde la Patria el Norte por una cantidad de 155 mil sucres, 72 sucres (unos 25 mil dólares actuales), para construir la estación del ferrocarril, que nunca se la hizo. El Municipio adquirió este predio y en 1921 y constituyó el barrio de la Mariscal Sucre; en 1922 comenzaron a venderse lotes en esta zona donde se construían pequeñas quintas en las que los ricos de esa época descansaban el fin de semana.

Es a partir de 1930, la gente pudiente sale del centro histórico y comienza a construir hermosas edificaciones para vivir definitivamente y en 1940 se ubican en la Mariscal algunas embajadas; actualmente 18 están en esta zona. Es en la década de 1940 que se puso de moda el concepto de “Garden Party” es decir casas rodeadas de jardines donde se hacían fiestas y reuniones sociales.

Este sábado 10 de marzo de 2018, a las 10:00, cerca de 20 personas se encontraron en la Av. Seis de Diciembre y Carrión para participar en estos recorridos en la Mariscal, en este punto de encuentro se echó un vistazo al Palacio de La Alhambra que más tarde fue conocida como Villa Herdoíza, donde actualmente funciona la Academia Nacional de Historia, fue construida en 1928, el estilo es parte de los historicismos (construir casas con estilos antiguos pero con técnicas nuevas, como el Neo Mudéjar) que se basaba en la arquitectura de los moros que habitaron España.

Cruzando la avenida Seis de Diciembre y Robles redescubrimos y nos maravillamos con algunos de los castillos construidos por el arquitecto Rubén Vinci Kinard, quien hizo más del 30% de casas en la zona.

Posteriormente en la iglesia de Santa Teresita, de boca de Héctor López, conocimos la historia de María Cristina de Borbón «una princesa que cumplió un juramento por amor». La princesa se casó en 1948, en Italia, con Manuel Sotomayor, y ambos regresaron a Ecuador meses más tarde para que el político asumiera la vicepresidencia del país. Sotomayor murió en el cargo apenas un año después de su matrimonio. Entonces, María Cristina juró no abandonar nunca la tierra donde reposan los restos de su amado, a la muerte los restos de María Cristina de Borbón fueron enterrados en la iglesia de Santa Teresita.

Luego fuimos la plaza Borja Yerovi que es una de las cinco de la zona de la Mariscal junto a la Plaza de los Presidentes, Plaza Foch, Plaza Veintimilla y la Plaza Gabriela Mistral. Posteriormente conocimos el Palacio de Najas, (donde funciona actualmente la Cancillería), Este palacio en la década de los 20´se lo decoró con los muebles que sacaron del Palacio de Carondelet cuando se hizo una rehabilitación. En esta casa vivieron los presidentes Federico Páez, Alberto Enríquez Gallo, Manuel María Borrero y Aurelio Mosquera Narváez, quien se suicidó “dicen por amor”. Cuya historia contada por Héctor resulta fascinante.

Cerca de la Jorge Washington y Páez pudimos ingresar al hotel Cultura Manor, ésta fue una casa de la familia Pinto gestores de textiles San Pedro, quienes la vendieron a la familia González Artigas;el nieto del libertador del Uruguay habitaba en esta casa y fue él quien cortó un bosque de olivo en Uruguay,la madera la trajo en un barco que dio la vuelta por Cabo de Hornos, llegó a Guayaquil y a lomo de mula trajo la madera a Quito, material con el que se construyeron las ventanas de esta edificación, aquí funcionó por muchos años el Club Pichincha.

Siete años duró su restauración y hoy es un hotel boutique que cuenta con las ocho suites,las más grandes y bonitas de Quito, están decoradas con murales con las obras de Sandro Botticelli, tinas antiguas y una decoración hermosa. Todo esto es lo que hemos escuchado en esta visita que nos dejó enamorados de la Mariscal.

Uno de los quiteños que participaron en este recorrido es Danilo Jácome, él junto a su familia apostó por esta iniciativa y dijo que ha sido muy interesante recorrer, por cerca de tres horas la zona y conocer la historia de la Mariscal, “Recomiendo que participen en estos recorridos para descubrir que la belleza de Quito no solo está en su centro histórico sino como los hemos visto esta mañana está también en la Mariscal, veo con buenos ojos esta gran iniciativa porque mientras más conocemos más amamos a nuestra ciudad”, dijo Danilo.

El administrador de La Mariscal, Alfredo León, indicó que Quito y esta zona, están llenos de historia y arquitectura. La Mariscal tiene casi cien años de vida y es muy bueno aprovechar la iniciativa de un relator enamorado de Quito y de la Mariscal que investigó la historia de esta zona y nos cuenta casa por casa los pormenores, anécdotas y “chismes”, y es algo que nos anima a enamorarnos más de Quito y de sus zonas y rincones.
Alfredo León indicó que en esta zona existen 200 inmuebles patrimoniales que deben ser conservados y mostrados a través de estas iniciativas como las relata Héctor López, “si usted quiere saber más venga y conozca la maravillosa historia de la Mariscal” dice.

El valor de los recorridos es de $3.00, duran aproximadamente dos horas y media y se realizan cada quince días. Esta es la oportunidad perfecta para conocer La Mariscal desde sus inicios, caminar y compartir con familia y amigos una actividad educativa y diferente que enriquece.

3 comentarios sobre “La Mariscal una historia de enigmas, castillos y princesas

    • el 9 julio, 2018 a las 8:16 pm
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      Deseo tener información sobre los horarios y fechas de los recorridos y lugares de inicio de estos.

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