Concejo Metropolitano conoció informe sobre investigación de la escombrera Troje 4

En sesión extraordinaria, el Concejo Metropolitano conoció  el informe de la Comisión Especial conformada para investigar los orígenes del deslizamiento de tierras en las escombreras Troje 4, fase II, y sus consecuencias, así como la gestión de la Empresa Metropolitana de Gestión Integral de Residuos (Emgirs) y de su contratista.

Con 16 votos se aprobó la resolución en la que se recomienda que el informe de la Comisión Especial y sus recomendaciones pasen a la Contraloría General del Estado y a la Fiscalía para la respectiva investigación y determinar las responsabilidades civiles y penales.

Jorge Sampértegui, gerente General de la Emgirs, manifestó que desde el 14 diciembre del año anterior ya se realiza una acción de control por parte de la Contraloría General del Estado y que la empresa cumple con las recomendaciones  y disposiciones en torno al contrato,  fiscalización y operación de la escombrera.

En el informe final de la Contraloría se determinará  las responsabilidades de los funcionarios. Al momento,  el Troje no está operando, está en cierre y abandono. Desde los gerentes anteriores se ejecutan ciertas recomendaciones en  torno a la administración de contratos, fiscalización y operación, además de la capacitación de personeros  para evitar que esos errores no vuelvan a ocurrir.

“Al momento las escombreras en funcionamiento son: el Semillero de Cocotog,  Santa Ana para atender a los valles y en  octubre se abrirá una por el sector de la Gatazo, al sur de Quito, con una capacidad de 267 mil metros cúbicos de escombros”, señaló Sampértegui.

Jorge Yáñez, gerente de Infraestructura del Metro de Quito, informó que cumplieron con todos los requisitos especificados en el contrato con la Emgirs, como el tratamiento adecuado de los residuos excavados antes de ser transportados a la escombrera, incluso se hacían hasta 1600 viajes en un solo día.

“A partir del incidente de diciembre de 2017, la empresa Metro de Quito buscó una cantera abandonada en Palugo (vía Pifo–Papallacta), llegó a un acuerdo con el dueño para  colocar el material  obtenido por la  construcción del Metro en esta depresión, espacio suficiente  hasta que concluya el proyecto”, reiteró Yáñez.