Madres adolescentes cuentan con una segunda oportunidad

Enfrentaron situaciones de riesgo como violencia intrafamiliar, maltrato, abandono familiar o violación sexual. Son madres adolescentes que encontraron en el ‘Centro de Acogimiento Temporal Adole-Isis’: un espacio para precautelar su seguridad y trazar un nuevo plan de vida.

La mañana de este 27 de septiembre, la rutina de Adole Isis cambió. María Fernanda Pacheco, directora de la Unidad Especial Fundación Patronato San José y Chantal de Tornetta, presidenta de la Asociación de Cónyuges Diplomáticos acreditados en el Ecuador, llegaron hasta sus instalaciones para hacer la entrega de la obra de remodelación de este centro municipal.

Un convenio firmado entre el Municipio de Quito y la Asociación de Cónyuges Diplomáticos acreditados en el Ecuador, apoyó el mejoramiento de este Centro con la habilitación del baño de la planta alta, las duchas, el cambiador y los sanitarios de la planta baja y la construcción de una sala de estimulación, además de un cuarto de computación con una inversión de 16 000 dólares.

Aquí funcionaba un centro de apoyo a mujeres con otras características, recuerda María Fernanda Pacheco. En 2014, tomó un enfoque de restitución de derechos y se convirtió en un centro de acogimiento de jóvenes embarazadas y/o jóvenes madres que hayan vivido una situación de vulnerabilidad o de abuso familiar, refiere la Presidenta del Patronato.

“Tenemos algunos casos que son referidos por la Fiscalía, y lo que buscamos es primero restituir sus derechos, apoyarle en crear un plan de vida y sobre todo garantizar una vida digna para ella y sus hijos. Acá todas son menores de edad”. Adole Isis ha atendido casos de niñas adolescentes desde los 11 años con una situación de embarazo hasta los 17 años once meses, luego de cumplidos los 18 años reciben terapia puntual”, señaló María Fernanda Pacheco.

Desde 2014, se han atendido cerca de 1100 jóvenes en el modo acogimiento. Es decir, permanecen de manera temporal en el Centro. En el modo presencial, solo en las tardes. Anualmente se atienden a 300 usuarias. Ellas reciben terapias de apoyo sicológico y trabajo social.

Chantal de Tornetta, presidenta de la Asociación de Cónyuges Diplomáticos acreditados en el Ecuador, señaló que los trabajos realizados tienen la finalidad de apoyar a las madres adolescentes. «Porque las niñas de once o doce años tienen un problema grande en su vida. Ellas tienen que pensar en el futuro, no puede quedarse así -yo tengo un problema, me voy a morir o mi vida está terminada-. ¡No!, ¡No! las niñas tienen que pensar en un futuro con éxito, reponerse y continuar su vida. Por eso nuestro esfuerzo por remodelar este lugar”, reiteró.