Balance del plan de prevención y respuesta a incendios forestales 2018

El control y liquidación de incendios forestales es una de las áreas de especialización del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Quito. Su personal, herramientas y equipamiento vehicular están preparados para atender las emergencias de esa naturaleza en nuestra ciudad, con el objetivo de brindar una respuesta eficiente, oportuna y sensibilizar a los ciudadanos sobre el cuidado de la biodiversidad y el patrimonio natural, en la época que representa mayor riesgo por la presencia de incendios forestales.

Desde el pasado mes de julio, el Cuerpo de Bomberos de Quito ejecutó del Plan de Prevención y Respuesta a Incendios Forestales (PPRIF 2018), en coordinación con la Secretaría de Seguridad y Gobernabilidad del Municipio de Quito y otras entidades responsables del apoyo y ejecución.

De esa forma, el plan se ejecutó en relación a 5 fases o componentes, como el análisis de riesgo, prevención y mitigación, detección y monitoreo, preparación para la respuesta, y respuesta operativa; que contaron con el despliegue de recursos humanos y tecnológicos para el control y liquidación de conatos e incendios presentados en la zona urbana y en las áreas rurales de la ciudad.

El equipo técnico estuvo conformado por 1.026 efectivos y 104 vehículos: entre ambulancias, tanqueros, motos, autobombas, buses, camión logístico, vehículos utilitarios, camionetas y helicóptero, que permitieron las operaciones por tierra y aire, para el combate a incendios.

En lo que respecta a la prevención, se implementó por cuarto año consecutivo la campaña de prevención: “Yo Amo Mis Bosques”, con el objetivo de socializar y difundir mensajes preventivos en los ciudadanos, mediante la ejecución de activaciones en parques metropolitanos, parroquias rurales, en ferias ciudadanas y en eventos culturales de concentración masiva, con mensajes hacia los quiteños, quienes conocieron la importancia de prevenir los incendios en las áreas vulnerables del Distrito Metropolitano de Quito.

En esta misma línea, se capacitó, en monitoreo y vigilancia de incendios forestales, a 161 guardabosques y administradores de parques metropolitanos, quienes actuaron como apoyo en las fases de monitoreo y mitigación en la reducción de material combustible vegetal con el desbroce de vegetación en sectores vulnerables a incendios forestales como el Cerro Auqui, Cruz Loma, Panecillo, Itchimbía, Guangüiltagua y los valles de Quito.

En el componente de monitoreo y vigilancia se contó con 27 Brigadas de Respuesta a Incendios Forestales (BRIF), ubicadas en diferentes rutas de la ciudad propensas a incendios, con camionetas 4×4, 5 bomberos equipados con herramientas y equipos para combate, 5 torres de observación, 15 bomberos forestales comunitarios, 45 guías forestales y 50 efectivos del grupo motorizado de monitoreo y vigilancia.

En lo que respecta al comportamiento de la época seca, las condiciones climatológicas registradas en la ciudad contribuyeron a que la propagación de incendios forestales se extienda hasta finales del mes de octubre, así como la localización de los incendios forestales de magnitud que se registraron en zonas de difícil acceso para el personal operativo como cerros, quebradas y laderas, haciéndose necesario el apoyo de las operaciones aéreas para transporte de personal y combate a los incendios.

Si comparamos el año 2017 con el año 2018, existe un aumento en la atención de conatos e incendios forestales de nivel I y II, con un total de 2 466 eventos atendidos, lo que representa un aumento del 95% de siniestros relacionados con fuego forestal.

En contraparte, se evidencia una disminución de la cantidad de áreas afectadas. En total, 849,14 hectáreas se afectaron por incendios forestales durante la época seca de este año, lo que muestra una reducción del 6% de áreas afectadas por el fuego, comparadas con las 905,22 hectáreas que resultaron quemadas durante el 2017.

De igual forma, es importante destacar que de los 11 incendios forestales de nivel 3 (superiores a 10 hectáreas) fueron originados por actos inseguros como quemas agrícolas, de vegetación seca y actividades de cacería silvestre.

Acciones iniciadas por la mano del hombre en áreas donde la presencia de vientos fuertes y pastizales con baja carga de humedad coadyuvan para la propagación del fuego. Por los que las zonas más afectadas por incendios forestales de magnitud de este año se registraron en las zonas rurales del cerro Atacazo, Rucu Pichincha, Puembo, Cerro Ilaló y Tababela.

El rápido accionar del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Quito, la implementación del despacho escalonado y planificado de recursos, el monitoreo por tierra y aire y la helitransportación del personal, permitieron el control oportuno de estos incendios para evitar que más hectáreas se vean afectadas, no solo en la ciudad de Quito, sino en apoyo a cantones como Mejía, Pujilí y Baños.

Finalmente, la aplicación efectiva y coordinada interinstitucional permitió que la estrategia para este año cumpla con su principal objetivo de reducir las pérdidas ambientales producidas, así como proteger la fauna y recursos naturales de la ciudad.

El personal operativo del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Quito está preparado todos los días del año para atender los distintos tipos de emergencias que se presentan durante la época seca e invernal, a través de 23 estaciones, a fin de cumplir la misión de salvar vidas y proteger bienes en la comunidad.

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