Recorrido mujeres en la sociedad quiteña, durante la colonia
El Museo Alberto Mena Caamaño invita a ser parte del recorrido ‘Mujeres en la sociedad quiteña, durante la colonia’, esta actividad se enmarca en la conmemoración por el Día de la Mujer, se realizará el sábado este 7 y domingo 8 de marzo, de 10:00 a 16:00. A través de este recorrido especializado se develará el rol que tuvieron las mujeres en la época de la colonia.
Las mujeres en la sociedad quiteña, durante el periodo colonial, debían contar con varias ‘virtudes’ como parte de la exigencia de la sociedad: la piedad, la virginidad y sobre todo el respeto a la autoridad paterna, eran parte del discurso oficial del siglo XVIII tanto en España como en todas sus colonias en América; las nociones de honor, sumisión y recato se promovía también desde los púlpitos.
Solo al cumplir con todas las virtudes las mujeres tenían ciertos derechos, podían mantener la propiedad y el manejo de los bienes adquiridos o heredados con anterioridad al matrimonio y podían disponer de su dote luego del divorcio o la muerte del esposo. Podían ser tutoras de sus hijos y ser curadoras de sus bienes hasta la mayoría de edad.
Algunas mujeres fueron transformadoras y generadoras de procesos de gran impacto para la sociedad de ese entonces, Manuela Espejo, hermana de Eugenio Espejo, se cree que escribió en el Primicias de la Cultura de Quito – primer periódico del territorio – sobre la igualdad de género, utilizando el seudónimo de EROPHILIA (amante de la ciencia).
Rosa Montúfar y Larrea hija del Segundo Marqués de Selva Alegre, Don Juan Pío Montufar, creció dentro de una familia muy prestigiosa e ilustre de la Audiencia de Quito, familia completamente involucrada en los movimientos independentistas participaron como principales cabecillas. Se hizo cargo del hogar y de los negocios familiares, también fue parte de una red de espionaje dentro de la administración pública. Luchó varias veces por la libertad de sus familiares, ayudó a escapar de la cárcel a su tío, días antes de que ocurra la masacre del 2 de agosto 1810.
Muchas mujeres fueron partícipes y autoras de diferentes procesos que marcaron la diferencia, por su pensamiento o sus acciones, y siguen siendo un referente para la sociedad ecuatoriana.
El costo de la entrada es de USD 1,50 adultos, USD 0,75 para estudiantes con carnet, niños, niñas, personas de la tercera edad y personas con discapacidad USD 0,50.
