Conversatorio Memoria y Tradición en el Día de Finados

Con el propósito de mantener vivas las costumbres y tradiciones de difuntos, el Municipio Metropolitano de Quito a través de la Administración Zona Centro, Manuela Sáenz (AZMS), organizó el viernes 30 de octubre, a las 18:30, vía Zoom, un conversatorio sobre la ‘Memoria y Tradición por el Día de Finados’.

En el conversatorio participaron habitantes de barrios tradicionales de la capital como Guápulo, San Marcos, San Roque y San Diego. René Sánchez, amplió una recopilación del cementerio y las tradiciones en San Diego. Luis Valverde invitó a hacer un breve recorrido por el tradicional barrio de San Roque; Silvia Saquinga, moradora de Guápulo, trató sobre el significado y preparación la colada morada y Juan Gabriel Hidalgo de San Marcos, relató la historia de las guaguas de pan.

Sandy Campaña, Administradora de la Zona Manuela Sáenz, dio la bienvenida y felicitó a los asistentes por el interés de participar en estos temas y destacó la participación ciudadana de los habitantes del Centro por hacer de la ciudad, un Quito Vivo, y de la  importancia para mantener presentes las tradiciones de generación en generación; y más las costumbres de difuntos que son milenarias en la identidad nacional.

Barrio de San Roque

Luis Valverde invitó a recorrer su barrio San Roque, donde acentuó la iglesia, el mercado, que funcionó primero en San Francisco y donde ahora se realizan las limpias. Habló del pan típico, de las Canteras, de los estibadores; hoy hay muchos inclusive gente extranjera, de las pescaderías en la calle Cumandá conocida como la Huáscar. Indicó que hay tres escalinatas en el barrio: Abdón Calderón, las gradas del diablo donde hay leyendas, la de la calle Loja y la escalinata de los enamorados.

En finados en las panaderías, se hacían las guaguas de pan, que han ido desapareciendo, y donde se elaboraba el pan de finados, las guaguas, los caballitos, de pan, que hacían incluso los niños y familias enteras. Invitó a visitar San Roque, para seguir entregando los productos del barrio a la ciudadanía de Quito.

El Cementerio de San Diego

El presentador René Sánchez, habló del cementerio de San Diego que abrió sus puertas en 1872, en la zona donde fueron sepultados parte de los soldados caídos en la Batalla de Pichincha. Este camposanto conserva viva su belleza arquitectónica, caracterizada por los mausoleos de estilo clásico, neoclásico, neogótico, barroco. También se conservan sarcófagos, catafalcos y lápidas de piedra tosca, mármol, andesita y piedra laja, con elementos neobizantinos, y arte deco.

Es importante no solo por su valor artístico, histórico, social y antropológico es un lugar digno de ser preservado y restaurado para que los ecuatorianos y extranjeros puedan seguir disfrutando de este icono de Quito, este camposanto patrimonial referente arquitectónico monumental de los quiteños, expresado en sus túmulos, nichos y mausoleos que inspiran los más nobles sentimientos de caridad cristina, también por los grandes personajes de todas las tendencia y profesiones que han sido enterradas ahì.  Desde Luis Felipe Borja, José María Velasco Ibarra, Aurelio Mosquera Narváez, Fabio, Alfaro, Gonzalo Córdova, hasta los arquitectos Antonio Russo, Francisco Durini.

También destacó la importancia de las flores en esta época de finados, que se hacen presentes en las afueras de los cementerios y en este caso del cementerio de San Diego.

Colada morada:

Silvia Saquinga, informó que la colada morada es una bebida típica del Ecuador, que se prepara a base de la harina de maíz morado, junto con frutas, formando un líquido morado y espeso. Se lo sirve tradicionalmente en las celebraciones del Día de los Difuntos en Ecuador, junto las guaguas de pan. Representa la sangre y el cuerpo de los difuntos, aunque hay varias opiniones respecto a su origen y significado.

Tengo el huerto orgánico en Guápulo, ahí hay todas las hierbas para usar en la preparación de la colada morada. Mi abuelita preparaba la coladita y el pan y daba a toda la familia. Para la preparación de la colada, ponía la harina de maíz negro a remojar, un día antes y el día de finados se ponía a hacer la coladita. Ahora hacemos incluso para las ferias organizadas por el Municipio en las que participamos, informó.

La colada morada tuvo su aparición en la época prehispánica por parte de los pueblos ancestrales que veían a la muerte como una fase de la existencia del ser humano al trascender a otro mundo o hacia una nueva vida. Fue considerada también como la sangre de nuestros difuntos.

Guaguas de pan:

Juan Hidalgo, morador de San Marcos, y chef profesional, explicó que las Guaguas de Pan, son elaboradas de trigo, rellenas de dulce de guayaba o manjar de leche y de gran tamaño. Su decoración es muy vistosa y colorida, asemejando la vestimenta típica de los indígenas de la sierra ecuatoriana. En su origen en Ecuador, eran distintas a las que hoy conocemos, incluso el nombre era diferente: se llamaban pan de muerto o pan de finados.

Antiguamente se la decoraba con el hollín que salía del horno de leña donde. Era una muñeca de luto, hecha con grasa de cerdo, mantequilla y huevos. No solo se hacían muñecas, sino que se daba forma de palomas, caballitos y soldados. Las comunidades nativas de Calderón aseguran que el origen de esta tradición data de la época indígena, cuando los caciques morían, eran momificados y sacados a pasear por la comunidad. Con la llegada de los españoles, ese rito se prohibió, y la gente en su afán por mantener sus raíces, camufló la celebración de la muerte, tomando las figuras de pan y adaptándolas a sus creencias. Esta es la razón las guaguas de pan no tienen brazos ni pies.

Finalmente hizo un llamado a mantener las tradiciones en familia, “no dejemos que las costumbres se pierdan, mantengamos las prácticas en familia”, concluyó

 

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