En Quito tenemos animales de compañía, no ‘mascotas’

Los animales han desempeñado un rol fundamental en la historia de la humanidad, son considerados compañeros esenciales de los seres humanos en todas las culturas alrededor del mundo.

Por esta razón, es indispensable asignarles un término adecuado a estos animales que se distinguen por ser domesticados y convertirse en acompañantes de las personas.

La palabra ‘mascota’, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española se define como: 1. f. Persona, animal o cosa que sirve como amuleto de superstición que trae buena suerte. 2. f. Animal de compañía.

En la actualidad el término ‘mascota’ ha recibido diversos cuestionamientos ya que no considera la capacidad de sentir de los animales, colocándolos al mismo nivel de las cosas.

Por ello, se ha optado por emplear la expresión “animal de compañía”, para referirse a los animales domésticos que brindan acompañamiento al ser humano y que no tienen como fin generar réditos lucrativos, ni servicios utilitarios.

Son seres que piensan, sienten y tienen capacidades y necesidades diferentes a las nuestras, pero que deben ser comprendidas y respetadas. El ejemplo más común son los perros y gatos.

El Municipio de Quito comprometido con el cuidado de la fauna urbana ha integrado el término “animal de compañía” a su marco normativo y promueve su uso en la sociedad quiteña, para sensibilizara sobre bienestar animal, tenencia responsable y convivencia armónica con la fauna urbana del DMQ.

En el artículo 3.- de la Ordenanza Metropolitana N.- 019 – 2020 de la fauna urbana se define como:

  • “Animal de estima y para compañía: animal domesticado que se mantiene con la finalidad de acompañar a su tenedor responsable. Los animales de estima y compañía no pueden ser utilizados para actividad lucrativa alguna”.
  • “Animal doméstico: animal que se encuentra bajo la supervisión, control directo y cuidado del ser humano, quien lo alimenta, convive y vela por su bienestar; se excluye de esta definición a los animales silvestres”.

Invitamos a la ciudadanía a incluir en su vocabulario cotidiano el término ‘animal de compañía’ para referirse a aquellos seres especiales que conviven con nosotros y nos llenan la vida de alegría.

 

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