Se desarrolló la Primera Jornada Científica sobre COVID-19

Este jueves 27 de mayo se realizó la Primera Jornada Científica de COVID-19, , con la participación de importantes investigadores locales e internacionales que compartieron sus conocimientos sobre la pandemia. El evento contó con la presencia del alcalde de Quito, Dr. Jorge Yunda Machado.

Ximena Abarca, secretaria de Salud, dio la bienvenida a los participantes, tanto presenciales como virtuales. “Hoy para nosotros es un día especial, estamos aquí cumpliendo el anhelo de contar con este espacio de difusión e intercambio científica sobre las experiencias acerca de la COVID-19”.

El desarrollo de esta jornada es un hito que fomenta la colaboración científica entre la comunidad académica, las unidades de salud del Municipio capitalino y organizaciones gubernamentales sobre la situación actual del virus, indicó Abarca.

El Alcalde hizo un recuento de todas las acciones tomadas desde hace algo más de un año, la aplicación de medidas de bioseguridad como: el uso de la mascarilla, cierre de espacios públicos, confinamiento, restricciones, de movilidad, desinfección de espacios públicos (calles y parques), pruebas COVID- 19, todo para enfrentar a esta nueva enfermedad que se convirtió en una catástrofe sanitaria para el mundo entero.

“Yo celebro que se estén dando estos encuentros desde el punto de vista científico porque los resultados que se están obteniendo deben contribuir a la ciudad, al país y al mundo», dijo el burgomaestre.

Daniel Simancas, director de Investigación de la Universidad Técnica Equinoccial (UTE), hizo una panorámica general de la situación del país en torno a la pandemia, las pruebas tomadas considerando la base del número de habitantes, mortalidad, hospitalización, vacunación, aislamientos y otras medidas de bioseguridad. “A futuro, posiblemente, la nueva pandemia sea la mental por el encierro, los estragos y crisis económica que ha causa el virus”, dijo.

Manifestó que los cercos epidemiológicos deben aplicarse por provincia, cantón o parroquia, además, se debe acrecentar el número de pruebas de diagnóstico y acelerar los procesos de vacunación, antes de que las nuevas cepas compliquen la situación sanitaria en el Ecuador.

Hay que analizar lo que pasa en Chile y otros países del mundo que a pesar de tener acelerados los procesos de vacunación se realizaron confinamientos para reducir los contagios. Ahora los resultados son positivos y se hacen incluso eventos masivos sin el uso de la mascarilla. Los sectores productivos deberían analizar esta situación. Incluso la vacunación debió comenzar por los más jóvenes o la población económicamente activa, comentó.

Linda Guamán, asesora técnica de la Secretaría de Salud, mostró un estudio comparativo de lo que son las pruebas PCR y las rápidas de antígeno, sus ventajas y desventajas que tiene cada una en torno a la detección del virus y el aislamiento de las personas.

Además, informó sobre la capacidad de procesamiento de los laboratorios en el país y los costos que representan para una persona que debió ser regulados por el estado desde el inicio de la pandemia. Destacó la rapidez de la entrega de resultados antes de que una persona contagie a otras personas. Ahora las pruebas tienen mayor sensibilidad y se deben continuar aplicando en la ciudad y el país”, dijo.

Daniel Romero, de la Universidad de Kansas desarrolló el tema del diagnóstico de COVID-19.  Para tener una idea clara se debe observar los días y la carga viral, el antes de los síntomas y cinco días después, la persona puede contagiar, por eso de dos a 14 días se desarrolla la enfermedad.

Manifestó que es necesario saber cuál es el pico máximo dentro del contexto temporal, determinar la carga viral, cultivo de los virus y sus valores en varios ciclos de tiempo para establecer los promedios. Para ello implica actualizar manuales protocolarios para obtener las muestras.

Francisco Mora, del Hospital del Sur, explicó el modelo de gestión, flujos y circuitos; señaló que en un inicio el hospital no estaba destinado para enfrentar este virus y tenía que modificarse, porque era un hospital de tipología de segundo nivel con 315 camas y cumplía un año y medio desde su funcionamiento.

La pandemia generó un cambio en los flujos y circuitos y la forma en la que se iba a diagnosticar, ahora hay un Hospital Quito Sur distinto, tiene una capacidad hospitalaria instalada: 618 puestos de atención COVID-19, Unidad de Cuidados Intensivos UCI-A 32 puestos, UCI-P 10 puestos. Críticos emergencia 4 puestos. Capacidad No COVID: hospitalización de emergencia 25 puestos; emergencia críticos tres puestos y hospitalización general 28 puestos. La capacidad quirúrgica es para 300 operaciones mensuales no COVID.

Gabriela Valverde, de la Unidad Sur, informó la situación del Centro de Atención Temporal Quito Solidario que brinda atención de los pacientes y alivia la demanda hospitalaria.

El 15 de mayo de 2020 se inauguró el centro y abrió las puertas a los pacientes el 23 del mismo mes. Se crearon secciones para pacientes leves (75 camas), moderados (20 camas) e intermedios (5 camas). El 81% de pacientes se ha concentrado en leves.

“Los picos de atención se dieron de julio-agosto de 2020; diciembre 2020-enero-2021 y abril-mayo 2021. En este sitio, la mayoría de pacientes hospitalizadas son mujeres de avanzada edad.

Conclusiones de la jornada

  • Jornada de conocimiento e intercambio de contenidos y de esta manera proteger a la población más vulnerable.
  • Las pruebas de detección son indispensables.
  • El rastreo y confinamiento permiten un mejor manejo de los contagios.
  • Las pruebas deben ser accesibles y el conocimiento de los resultados rápidos.
  • Los tipos de pruebas deberían ser implementadas para mejorar el diagnóstico.
  • Los servicios de salud se han adaptado para la atención médica por COVID-19.
  • Está trazada una hoja de ruta.

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