Un refrigerio saludable, ideal para el retorno a clases

Durante la pandemia por covid los sistemas alimentarios fueron afectados, lo que ha provocado que el hambre aumente de manera preocupante en todo el mundo. Paralelamente, el incremento en el consumo de alimentos procesados y ultra procesados, por ser de fácil acceso y preparación, ocasionaron un cambio en los patrones de alimentación de las personas y niveles de malnutrición.

El estado de confinamiento, incrementó el sedentarismo y la ingesta de dietas con un inadecuado aporte calórico en niñas, niños y adolescentes tales como pastelería, snacks y preparaciones fritas; lo que contribuyó a que exista un aumento de peso en esta población.

Desde el lunes 14 de marzo del 2022, todas las instituciones educativas volvieron a las clases 100% presenciales en todos los niveles del régimen Sierra de acuerdo a la resolución del COE Nacional, del 17 de febrero.

Por ello, los Equipos de Salud Comunitaria (ESC) de la Secretaría de Salud, promueven una alimentación saludable en las Unidades Educativas Municipales a través de actividades de tamizaje nutricional que incluye toma de peso y talla para identificar el estado nutricional de la o el estudiante. Adicionalmente, se aplican encuestas validadas a nivel internacional de seguridad alimentaria con el fin de conocer el estado de inseguridad alimentaria en sus hogares e identificar los hábitos alimentarios y práctica de actividad física.

Una de las prácticas que las y los nutricionistas comunitarios recomiendan para mantener un estado nutricional saludable en niñas, niños y adolescentes, está el cumplimiento de varios tiempos de comida durante el día; entre estos, el refrigerio a media mañana es indispensable para recuperar la energía invertida en las actividades escolares durante el día, contribuyendo a un óptimo rendimiento físico y mental durante el horario escolar.

Del 100% de calorías diarias que debe consumir un estudiante, del 15 al 20 % deben ser dirigidos al refrigerio de media mañana para el tiempo del recreo.

El refrigerio escolar debe incluir:

  1. VITAMINAS: a través de una porción de fruta al natural, fresca y limpia, que puede ser de temporada o a su vez una porción de crudas o cocidas.
  2. PROTEÍNAS: Una porción de pollo/atún, jamón de pollo/pavo, queso, leche, yogurt.
  3. CARBOHIDRATO: Una porción de pan o galletas sin crema, tortilla de trigo, tortilla de maíz, granola,  granos como chochos, habas o mote.
  4. GRASA SALUDABLE: Un puño de frutos secos y deshidratados como pasas, maní, nueces o pepas de sambo; aguacate.
  5. AGUA: agua hervida o agua embotellada.

Ideas para un refrigerio saludable:

OPCIÓN 1: Un burrito saludable: una tortilla de trigo, tiritas de pollo, tomate y lechuga picados y guacamole. Adicional una taza de sandía picada y un termo de agua natural.

OPCIÓN 2: Una pizza saludable hecha en microonda: una rebanada de pan integral, cuatro rodajas de tomate, queso rallado, piña (opcional), una pizca de orégano. Adicional una mandarina y un termo de agua natural.

Es importante incluir alimentos que sean de fácil preparación, prácticos de llevar; utilizar envases correctamente higienizados y evitar preparaciones o alimentos altos en grasas, sal o azúcar como bebidas gaseosas o refrescos, papas fritas, bocaditos de maíz frito o productos de pastelería.

Se recomienda que los niños y niñas puedan intervenir en la selección y preparación de los refrigerios a fin de que exista el compromiso del consumo de alimentos caseros. Además, incentivar la ingesta de frutas y verduras en las preparaciones preferidas del niño, niña o adolescente.

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