La AMT fiscalizó a 159 580 unidades de transporte público en las terminales terrestres

La Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) busca, de forma constante, garantizar un viaje seguro a todas las personas que utilizan las unidades de transporte público desde las terminales interprovinciales y microrregionales. Las inspecciones físicas visuales son desarrolladas de forma permanente por agentes civiles de tránsito y fiscalizadores.

En el Distrito Metropolitano de Quito existen cinco terminales terrestres, dos ellas son interprovinciales ubicadas en Quitumbe y Carcelén; y tres son microrregionales localizadas en La Ofelia, Río Coca y La Marín.

Los servidores municipales de la AMT verifican que todas las unidades de transporte, que salen desde las terminales, cumplan con las condiciones físicas necesarias. Es decir, se inspecciona el estado de: neumáticos, luces, limpia parabrisas, vidrios, botiquín, extintor, entre otros.

En total son 15 elementos que se consideran para otorgar la frecuencia a los buses, pero si la unidad no aprueba la revisión física no podrá salir hasta que se subsane el o los elementos necesarios.

De enero a abril de 2022, la AMT fiscalizó a 159 580 unidades, de las cuales 158 373 fueron autorizadas y 1206 suspendidas. Las causas más recurrentes por las cuales se suspendieron a las unidades fueron por el mal estado de neumáticos, vidrios y parabrisas rotos.

En días cotidianos, la AMT registra alrededor de 1000 unidades que salen desde las terminales, sin embargo, en feriados, esta cifra aumenta hasta alrededor de 1200 buses.

De esta manera, se minimizan los riesgos de accidentabilidad relacionados con la idoneidad del conductor y a los defectos físicos previsibles de las unidades de transporte público.