La conservación del cóndor se sustenta en un plan integral

En el censo más reciente de cóndores en Ecuador, que se efectuó en 2018, realizado en 138 dormideros, se contabilizaron 150 cóndores y se estimó una población entre 140 y 270 individuos. Estas cifras ratifican la situación crítica que enfrenta el cóndor andino en nuestro país: existe el peligro de que esa población siga disminuyendo durante los próximos años, sin que se implementen soluciones que cambien esa realidad.

En ese contexto, el Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino (Gntca) ha implementado diversas estrategias basadas en el Plan de Acción para la Conservación del Cóndor Andino en Ecuador.

Este plan tiene el objetivo de mantener la población del cóndor andino en crecimiento positivo mediante acciones que permitan reducir amenazas y restaurar su hábitat. El documento fue elaborado por expertos de diferentes organizaciones integrantes del Gntca y otras instituciones que trabajan por la conservación de la fauna, con el aval del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica.

Las estrategias principales que establece el plan son las siguientes:

  • Investigación y monitoreo. Este aspecto implica una serie de acciones clave, como la implementación del Programa de marcación de cóndores, liderado por Fundación Cóndor Andino con el apoyo de otras instituciones miembro del Gntca. Suman 19 individuos marcados que son monitoreados constantemente. Además, se desarrollan estudios demográficos y geográficos a la población silvestre, con el fin de contar con datos actualizados que permitan dar un seguimiento real a la situación de la especie en el país
  • Manejo in situ y restauración del hábitat. Esta estrategia se orienta a mejorar las condiciones del hábitat del cóndor, con acciones como esterilizaciones a perros y gatos abandonados en zonas donde habita, incremento de fuentes de alimento (especialmente ganado vacuno, camélidos y otros herbívoros) en zonas y áreas protegidas, limitar actividades humanas en zonas donde anidan cóndores, atención veterinaria y rehabilitación a cóndores rescatados para promover su reintroducción, entre otras
  • Manejo ex situ y refuerzo de población silvestre. Las prioridades son mantener una reserva genética de la población en cautiverio, fortalecer la población silvestre mediante reintroducción de cóndores criados en cautiverio y desarrollar constantemente proyectos o actividades de educación ambiental en torno al cóndor andino, para despertar mayores sensibilidades en la ciudadanía respecto a esta especie
  • Sensibilización, comunicación, divulgación, capacitación y participación de la población local en procesos de educación ambiental. Las organizaciones miembros del grupo, con el apoyo de otras instituciones que trabajan en este mismo contexto, despliegan constantemente investigaciones basadas en sondeos a comunidades en territorio, planes de comunicación y educación, diagnósticos de percepción, entre otras acciones que se enfocan en sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la conservación del cóndor andino y de los servicios ecosistémicos derivados de la conservación de su hábitat
  • Gestión y fortalecimiento institucional. Como lo indica su nombre, las organizaciones del Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino buscan fortalecer permanentemente sus capacidades para poner en práctica el Plan de Acción en sus diferentes ámbitos, y se promueve la gestión con la autoridad ambiental para coordinar acciones y estrategias que sustenten el trabajo por la conservación del cóndor en nuestro país

Una amenaza latente que se puede evitar

La tenencia responsable de los animales de compañía es el principal compromiso que la ciudadanía puede asumir para la conservación del cóndor andino. La presencia de perros asilvestrados en el páramo es un peligro para la fauna silvestre porque, como explica Fabricio Narváez, de Fundación Cóndor Andino Ecuador, se convierten en los principales competidores de alimento para toda la cadena de carroñeros como cóndores, lobos de páramos, curiquingues, entre otros. Además, desplazan y matan a especies nativas, transmiten enfermedades zoonóticas como moquillo y disminuyen la calidad de vida de los animales silvestres.

Este problema tiene dos causas principales: la tenencia irresponsable de animales de compañía en las zonas aledañas a los ecosistemas naturales, así como el abandono de perros y gatos en zonas de la periferia de las ciudades. Esto establece como urgente la necesidad de fomentar mayor conocimiento ciudadano sobre la tenencia responsable de mascotas y de procesos de esterilización o cuidado de estas especies.

Un estudio de la Fundación Cóndor Andino Ecuador demostró que el 40% del tiempo que una carroña está disponible es utilizada por perros, y durante ese tiempo pueden llegar a consumir hasta el 80% de la misma. Además, Fabricio Narváez señala que, en el 2015, un estudio de la WWF estimó que en los Andes ecuatorianos deambulaban cerca de cincuenta mil perros ferales. En el mundo cerca de 200 especies de vertebrados están amenazadas de extinción a causa de la introducción de perros en los ecosistemas naturales.

Instituciones como Fundación Cóndor Andino Ecuador han desarrollado, desde hace dos años, programas de esterilización de animales de compañía en las poblaciones cercanas al hábitat de animales silvestres. En el 2020, se esterilizaron a cerca de 4 mil perros. Además, a eso se han complementado talleres de sensibilización sobre la tenencia responsable de mascotas, a las comunidades donde se efectuaron las esterilizaciones, y también en instituciones privadas y de la sociedad civil.

 

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