“Mi mami maneja un bus”: ellas son las madres que mueven la ciudad

Quito, (Quito Informa). – Cada mañana, mientras la ciudad despierta, ellas ya están al volante. Son madres, trabajadoras y conductoras del Trolebús y la Ecovía, mujeres que desafían estereotipos y le ponen alma al transporte público de Quito.

Patricia Aragón tiene 37 años, es mamá de tres hijos y una de las mujeres que conduce un bus articulado en la Ecovía. “Como madre y trabajadora hay que disfrutar cada momento”, dice con orgullo. Confiesa que sus hijos admiran lo que hace: “Les encanta ver que su mami maneja un bus, a veces les envío fotos porque se emocionan”.

Como Patricia, muchas mujeres forman parte de la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros (EPMTPQ) y sostienen, con su esfuerzo, uno de los servicios más esenciales para la ciudad. Son parte del proyecto ‘Mujeres Conductoras, una apuesta por la equidad que busca abrir más espacios para que ellas también lideren desde el volante.

El objetivo es profesionalizar a más mujeres en el transporte y promover una cultura más justa e inclusiva dentro del sistema municipal. Hoy, por el Día de la Madre, la ciudad las celebra. Porque detrás de cada recorrido, hay historias de superación que mueven a Quito.

Mujeres recibieron becas para convertirse en conductoras profesionales

“Un saludo especial a mis compañeras que nos desempeñamos en esta Empresa. Debemos sentirnos orgullosas de trabajar en este lugar, que es nuestro segundo hogar, que nos da la oportunidad de servir a la ciudadanía”, acotó Daaddy Sánchez que es parte del área de operaciones. Tiene 48 años, es originaria de Machala y madre de Mateo e Isaac Sebastián.

Hace 22 años se vinculó a la Empresa Raquel Jacho, especialista de mantenimiento. “Trabajar en la Empresa de Pasajeros es un orgullo, al saber que movemos a Quito todos los días, es algo que me llena y satisface. Ser madre y trabajar es cuestión de equilibrio, ellos saben que todos tenemos actividades y obligaciones en la casa para tener una convivencia adecuada”, afirmó.

Asimismo, Lourdes Saavedra, de 59 años, quien trabaja hace 19 años en el área de recaudación de la Estación Ecovía – Río Coca, cuenta que cuando llego a Quito desde su natal Salcedo empezó a emprender un negocio junto con uno de sus dos hijos, ahora es parte de la Empresa.

Otra historia es la de Larissa Koroleva, rusa de nacimiento, vive en la capital desde 1999, ingresó a trabajar en la Empresa hace 23 años. “Empecé en recaudación, pero como tengo el título de economista comencé a trabajar en fiscalización, me gusta mucho trabajar aquí. ¡Ya soy ecuatoriana!”, señala con una sonrisa. Añade que el Día de la Madre lo celebrará, junto con su hijo, su nuera y sus nietos.

Al igual que Larissa, varias funcionarias combinan, en el día a día, su labor profesional con su rol de madres.

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