¿Por qué la siniestralidad vial es un problema de salud pública?
Entrevista
“Cada muerte en las vías es prevenible”, Miguel Malo, secretario de Salud.
Quito, (Quito Informa).- Los siniestros de tránsito son una de las principales causas de muerte en Quito y en el país. Al respecto, Miguel Malo, secretario metropolitano de Salud, indicó que el tema debe abordarse desde la salud pública y con una acción integral, por su impacto en la vida, la salud mental y el bienestar de la ciudadanía.
“Los siniestros de tránsito son una de las causas de muerte más importantes en la ciudad y a nivel nacional. En Quito ocupan el quinto lugar general y el segundo entre personas de 5 a 29 años, es decir, los más jóvenes”, indicó.
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Entender los principales factores de riesgo para saber dónde actuar
Desde la salud pública, identificar los factores que desencadenan en la alta siniestralidad permite definir cómo y dónde actuar para prevenirlos. Las estrategias van desde el control de la velocidad y el consumo de alcohol hasta la promoción de hábitos responsables en la conducción. “Reconocer los factores de riesgo es el primer paso para salvar vidas”, subrayó.
Malo destacó que la velocidad es el factor más determinante. “Está claramente demostrado que el riesgo de morir aumenta exponencialmente con la velocidad. A 30 kilómetros por hora un golpe puede ser leve, pero a 60 el impacto equivale a caer desde un sexto piso”, explicó.
A este riesgo se suman otros factores como el consumo de alcohol y las distracciones al conducir, especialmente el uso de celulares, que incrementan considerablemente la posibilidad de siniestros.
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El secretario insistió en que cambiar estos comportamientos requiere tanto control y sanción como educación ciudadana. “Por ganar dos minutos ponemos en riesgo la vida. Eso es un absurdo, sobre todo cuando en la ciudad la velocidad real de circulación, debido al tráfico, rara vez supera los 40 kilómetros por hora”, añadió.
Un problema que también afecta la salud mental
Para Malo, la siniestralidad vial no solo debe verse como un asunto de seguridad o movilidad, sino también desde su impacto humano y social. “Estamos hablando de vidas y muertes, pero también de personas que quedan con discapacidades graves y familias que cargan con ese peso. Eso tiene un enorme impacto psicológico y social”, explicó.
Recordó que esta situación se suma a otras presiones sociales como el desempleo o la inseguridad. “Vivimos en una sociedad con estrés, y encima sumamos un problema vial que mata todos los días. Esa cultura de agresividad y velocidad en las vías también es un tema de convivencia y salud mental”, señaló.
Abordar la siniestralidad vial desde la salud pública permite entender que detrás de cada siniestro hay vidas truncadas, trauma emocional y un profundo costo económico y social. Pero la respuesta, dijo, no depende solo del sector salud, sino de una acción municipal integral que articule la planificación urbana, la movilidad, la educación y la seguridad ciudadana.
Un llamado a la conciencia colectiva
Las políticas de prevención, educación y control son esenciales para reducir la mortalidad y mejorar la convivencia en las vías. La prevención, enfatizó Malo, es también una herramienta de salud y gestión urbana: “Promover hábitos responsables, diseñar espacios seguros y fortalecer la cultura vial son acciones que salvan vidas”.
“Cada muerte en las vías es absolutamente prevenible. No podemos seguir naturalizando la muerte; cada una es una desgracia que se puede evitar al 100%. Este es un tema de todos: del Municipio, sí, pero sobre todo de la ciudadanía”, concluyó el secretario de Salud.
Siete medidas para prevenir siniestros
El Municipio de Quito impulsa siete acciones inmediatas para reducir los accidentes y salvar vidas:
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Aumentar los controles de velocidad en 13 puntos críticos de la av. Simón Bolívar y Ruta Viva.
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Restringir la circulación del transporte pesado en estas vías de 06h00 a 10h00 y de 16h00 a 20h00.
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Reforzar la señalización en zonas de alta siniestralidad.
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Instalar radares preventivos-educativos, reconocidos por la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial.
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Impulsar campañas en pantallas y espacios públicos para recordar que la velocidad excesiva mata.
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Implementar el programa Conductor Elegido, junto a bares y discotecas, para evitar la conducción bajo efectos del alcohol.
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Fortalecer la alianza con medios de comunicación para mantener una campaña permanente de concientización vial.
