El polvo y el lodo quedaron atrás: Cocotog ya tiene calles adoquinadas
- 3.001 obras con el único objetivo de mejorar la vida de las y los vecinos.
Quito, (Quito Informa). – Este sábado, en una verdadera fiesta comunitaria, el GAD Parroquial de Zámbiza, la Prefectura de Pichincha y el Municipio de Quito, junto con la propia comunidad, inauguraron la primera fase del Circuito Vial de la comuna. Un proyecto que marca un antes y un después para este sector del nororiente de la capital.
El evento reunió a vecinos y autoridades en medio de una feria de servicios municipales, una ceremonia ancestral y expresiones artísticas que dieron un aire de celebración al momento.
La obra consiste en el adoquinado de 1,98 km en cinco calles clave: San Miguel, San Francisco, La Playita, Hierba Buena y Los Búfalos. Con esto se solucionan problemas históricos como el polvo en verano, el lodo en invierno y la dificultad de transitar en una zona que crece rápidamente.
“Qué gusto estar en familia. Así como los padres buscan que, aunque sea poquito, llegue a todos los guaguas, hoy entregamos esta obra que mejora la vida de Cocotog. Pichincha es invencible por el trabajo de su prefecta y Quito está renaciendo con la fuerza de los quiteños”, dijo el alcalde Pabel Muñoz.
La prefecta Paola Pabón resaltó la importancia de este trabajo conjunto: “Cuando inauguramos una vía como esta pienso en lo duro que era el verano con polvo y el invierno con lodo. Gracias por tu aporte, alcalde, esto cambia la vida de la gente”.
Por su parte, Jimmy Ramírez, presidente del GAD parroquial de Zámbiza, comparó la cooperación interinstitucional con una familia: “El hijo sueña con mejorar la vida de los demás y pide ayuda a sus padres; juntos logramos que la comuna, la parroquia, la ciudad y la provincia salgan adelante”.
La inversión se dio bajo un modelo de cooperación:
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El Municipio de Quito aportó USD 164.067,96 en maquinaria y mano de obra.
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La Prefectura de Pichincha entregó materiales valorados en USD 325.782,27.
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El GAD parroquial asumió la contratación, fiscalización y obras complementarias con apoyo activo de la comunidad.
Los vecinos ya sienten los beneficios. “Antes era un hueco hondo y ahora con el adoquinado el barrio está más bonito y más familias se sienten beneficiadas”, contó Teresa Gualoto, comunera de Cocotog.
Para Julio Loachamín, dirigente del sector, la obra significa dignidad: “Nuestros hijos pueden jugar sin ensuciarse y los adultos mayores caminar con seguridad. Esto es lo que pasa cuando las autoridades trabajan de la mano con la comunidad”.
Este proyecto forma parte de la Estrategia de Gestión Integral de la Ruralidad, que prioriza inversión en las parroquias rurales y garantiza que los recursos lleguen al territorio, generando desarrollo sostenible y bienestar comunitario.
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