Un día, cuatro obras: la Rocafuerte renovada, un Centro de innovación en La Mariscal, Casa 707 repotenciada y un centro infantil nocturno de primera
Quito (Quito Informa).- Si de entregar obras se trata, Quito tiene días en los que no estrena una, sino cuatro. Una calle que vuelve a caminarse con sombra y sin prisa, una casa en La Ronda que ahora está renovada y recibe a la juventud, ambas en uno de los rincones más hermosos de la capital, el Centro Histórico; un centro infantil de prmera que acompaña a niñas y niños mientras sus familias trabajan; y un edificio que hasta hace poco estaba abandonado y hoy palpita como motor de innovación en La Mariscal, un barrio que se levanta paso a paso.
“Quito avanza garantizando derechos y devolviendo dignidad”, mencionó el alcalde Pabel Muñoz en una de sus intervenciones, mientras rememoraba obras recientes como la entrega del colegio Julio Moreno en Amaguaña, los 525 apoyos económicos a estudiantes universitarios y la inauguración del Centro de Innovación de Quito. “Por ustedes, todo”, dijo.
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La Rocafuerte vuelve a pertenecerle al peatón
En el Centro Histórico, la calle Rocafuerte recuperó su esencia. Sus aceras ahora permiten caminar sin prisas, las fachadas se ven vivas y la iluminación abraza cada tramo. Es una de las vías más largas del centro, y hoy vuelve a poner a la ciudadanía en el centro. Esta intervención forma parte del Plan de Recuperación Urbana y se suma a las miles de obras previstas para esta administración.
Un edificio olvidado se convierte en un centro que impulsa ideas y la creatividad
La Mariscal también tuvo su renacimiento. El antiguo hotel Selina, que hasta hace poco estaba destruido, hoy es el Centro de Innovación iQ, un punto de encuentro para jóvenes, emprendedores y equipos que buscan crear, experimentar y desarrollar soluciones desde Quito. Abierto de 08h00 a 20h00, este espacio suma al ecosistema que quiere dinamizar la economía local apostando por talento e innovación.
Casa 707: un espacio seguro y con ofertas de vida para la juventud
En La Ronda, la juventud celebró la apertura de Casa 707, un lugar del Patronato San José donde se puede aprender, crear, ensayar, compartir y encontrar apoyo. La entrega se vivió con una gran Huasipichanga llena de música, baile y emprendimientos. Más que un edificio renovado, la Casa 707 se convirtió en una comunidad que acompaña y anima a dar el siguiente paso, como ya lo hacen iniciativas que crecieron desde estos talleres y hoy generan ingresos propios.
Guardianes de la Niñez: un respiro necesario para familias que trabajan de noche
A pocas cuadras, también en La Mariscal, un centro renovado abrió sus puertas para recibir a niñas, niños y adolescentes que acompañan el trabajo nocturno de sus familias.
Con camas a su medida, colores cálidos, juegos, apoyo escolar, alimentación y atención especializada, Guardianes de la Niñez ofrece algo fundamental: un lugar seguro para descansar y estar protegidos mientras sus madres y padres trabajan.
Es parte de un servicio que ya acompaña a casi 900 niños y adolescentes en distintos puntos de la ciudad, y que sigue creciendo para enfrentar el trabajo infantil con cuidado, presencia y alternativas reales.
