Se fomentó la integración cultural en el Yaku museo del agua

Jóvenes de Colombia, Venezuela y Ecuador participaron en una jornada nocturna especial para descubrir el Museo del Agua; actividades lúdicas e interactivas fueron parte de esta propuesta donde también se reflexionó sobre la movilidad humana.

Esta actividad formó parte del proyecto ‘Una noche en el museo’, impulsado desde el “Sistema de Museos de Quito” con el apoyo de “El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados”, y al cual Yaku Parque Museo del Agua se sumó con una propuesta especial para vivir el patrimonio cultural natural, este mes de enero.

Dirigida a hombres y mujeres de entre 20 y 40 años, en situación de movilidad humana, el parque museo abrió sus puertas a partir de las 16:30, con el objeto de efectuar una activad diferente a lo que se puede disfrutar en un día normal de visita, y llevar a todos sus participantes a conocer de manera divertida este espacio cultural con diferentes propuestas las cuales se extendieron hasta las 08:00 del día siguiente; la meta: compartir, integrar y brindar experiencias significativas vinculadas a las temáticas del agua y el ambiente.

La aventura inició con una actividad de integración, donde las entidades organizadoras brindaron indicaciones generales sobre lo que se viviría en este espacio, luego fueron al Museo de la Ciudad para hacer un recorrido por la exposición ‘Migrar conectando historias’, con el fin de propiciar la reflexión y el diálogo para pensar la convivencia basada en la empatía, el respeto y la tolerancia.

Al retornar al Yaku, se realizaron juegos de integración y presenciaron la obra de títeres ‘Las peripecias de un migrante’ donde los asistentes tuvieron un momento de risas y relajación, previo al plato fuerte de esta propuesta: una Ghymkana Yaku, la cual incluyó retos para resolver junto a personajes como el ‘operador de la planta’ quien habló sobre la calidad del agua y su importancia a través de la creación de filtros, un animador de eventos con quien se debía componer una canción, una lavandera con la cual se trabajaría expresiones quiteñas y se conocería la forma cómo estas se dicen en otros países y finalmente Don Roque para realizar juegos tradicionales.

Una de las participantes indicó que “es una experiencia muy buena, compartimos sin estigmas y sin fronteras”; mientras que su compañero dijo “aprendimos mucho y sin barreras de fronteras”.

Esta jornada buscó pensar el tema de la inclusión y el disfrute pleno de los derechos humanos, entre ellos, el de vivir la cultura, se realizó una fogata donde se contaron leyendas y se compartieron historias de vida. Al día siguiente observaron aves y disfrutaron del desayuno y una evaluación de la actividad.

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