‘El Estupendo matrimonio de Zabalita’ en Casa Carrión
El jueves 07 de diciembre, se presentará esta obra de teatro, a las 19:15, en el Centro Cultural Benjamín Carrión, CCBC. El unipersonal, “el estupendo matrimonio del Zabalita”, basado en un relato de Alejandro Carrión Aguirre (Loja, 1915 – 1992) y escenificado por Alfredo Espinosa Cordero, Sigrid Rodríguez, Héctor Caro. Entrada libre.
La anécdota
En la ciudad de Loja, alrededor de los años 60, debido a una fuerza superior que ha empañado la vida del vago de Zabalita de una mala suerte proverbial, ocurre esta historia. Él dice: “Yo, lo sabes tú bien, he tenido muy mala suerte. Cuando quería trabajar por mi cuenta me iba mal. Cuando trabajaba por cuenta ajena, peor. De los empleos fiscales o municipales me botaban, y a veces hasta causa criminal me ponían. Si algo se perdía, todos estaban de acuerdo: ¡fue Zabalita! Por eso, resolví que la voluntad de Dios era de que yo viviese sin trabajar…”
Zabalita, hombre adulto, alérgico al trabajo, soltero por fuerza, “de linaje español y sin mezcla indígena” –dice él–, pobre pero vivísimo, se ha instalado en Quito, de parásito de su cuñado Medina y su hermana Maura. Hartos estos de Zabalita, traman un plan para regresarlo a Loja y casarlo con la Fidedigna Santos, solterona, chulquera con un capital de al menos medio millón de sucres, mujer de origen indígena descendiente de talabarteros y matanceros pero nieta “natural” –dice ella– de los Mendizábal.
Nuestro protagonista afirma: “La miré con cuidado: indudablemente tenía la costumbre de bañarse. No olía mal. Estaba limpia. Se peinaba con esmero. Pelo negro muy crespo, tú sabes. Chiquita, me da en el hombro. Cuadrada como yo. Las piernas robustas, pantorrillas de pata de mesa de billar. Glándulas mamarias muy desarrolladas. Un poco de guata. Cuello cortísimo. Blanquísima, coloradota. Elegantísima. Un pequeño zurrón con patas, ni sombra de cintura. La boca pintada color púrpura.”
La historia es la de la seducción de Fidedigna y su malogrado matrimonio con Zabalita, a pesar de la oposición del Árbol Florido y el Caballo en páramo, hermanos de Fidedigna y únicos herederos de su fortuna. Uno a uno aparecerán los personajes de esta extraordinaria, ridícula y dura historia, encarnados por el propio Zabalita; matrimonio que solamente llegó a durar… 22 días. “Ella presentó contra mí una denuncia por robo en una comisaría, y se la rechazaron, porque la mujer no puede acusar a su marido, ¡qué sabias y justas son nuestras leyes!”.
El matrimonio termina en tragicomedia, “tragi” para Zabalita y Fidedigna, “comedia” para toda Loja. La tragicomedia termina en una aguda crítica a las relaciones sociales impenetrables de una ciudad de la serranía que se adentra lentamente en la modernidad. La crítica termina en una aproximación a conflictos sociales que parecerían superados pero que tienen una enorme vigencia en el Ecuador actual.