La Reina de la Ruralidad: mucho más que belleza
Desde hace más de un cuarto de siglo, cada año la ciudad celebra el Encuentro de las Culturas de las Parroquias Rurales. En este proceso tiene lugar la elección de la Reina. Es una selección que está lejos de ser meramente un concurso de belleza.
Este año, la Elección de la Reina y el Encuentro tendrán su sede en Calacalí. En la cuna de Carlota Jaramillo se escogerá a la representante de las mujeres rurales. El sábado 07 de abril, en el Estadio Parroquial las candidatas presentarán sus proyectos en el marco de una gala cultural.
Cada candidata llegará con un proyecto para su comunidad. Basta tomar en cuenta que más del 80% de los emprendimientos de economía popular en la ciudad están a cargo de mujeres para saber el relevante papel que desempeñan en la productividad del Distrito Metropolitano.
Este año, se ha invitado a las candidatas a promover acciones de prevención del embarazo adolescente. Las cifras del país en este tópico son alarmantes. Según datos del Ministerio de Salud (2012), “en el Ecuador 2 de cada 10 partos son de adolescentes; 4 de cada 10 mujeres en nuestro país tuvieron su primer hijo en la adolescencia, siendo Ecuador el país con mayor índice de embarazos adolescentes en la región andina”.
Este año, 23 candidatas se disputarán la corona en Calacalí. Además del proyecto, su actuación en el desfile de gala pesará en la decisión. Aquí, una vez más, las cosas no son tal y cómo se las comprende en la zona más urbana del Distrito Metropolitano.
En un momento estelar de la noche, las reinas de las parroquias desfilan con “trajes demostrativos”. Son verdaderas obras de arte que resumen la cultura de cada localidad. En su elaboración, que toma semanas, participan familias completas de las parroquias.
La noche de la elección contará con la presencia de artistas populares. Por un lado se presentará el grupo local Trovadores del Alma, con una propuesta de música folclórica. Antes de la presentación de gala, el cantante pop Daniel Betancourt dará una serenata a las candidatas.
Mientras el jurado debate su veredicto, el público presente podrá disfrutar del ritmo de Widinson. Desde las parroquias de cada candidata llegan decenas de acompañantes en coloridas delegaciones que tienen como denominadores comunes la alegría y el entusiasmo.