Las especias, aliños, frutos secos tienen su casa en Comercial Alan

Cerca de la Plaza de San Francisco se encuentra ‘Comercial Alan’, un espacio que da cabida a la canela, clavo de olor, pimienta de sal y dulce, anís estrellado, anís español, cúrcuma, moringa, nueces, almendras, dátiles; además, de palo santo, sahumerio, hierbas como diente de león, llantén, son más de 300 productos.

Este espacio tiene más de 65 años en el Centro histórico, es un negocio familiar, que encanta y da sazón tanto a las preparaciones de sal como de dulce.

En este lugar los sentidos tienen el control, especialmente el del olfato, el que se ve fascinado por la canela, el comino, el chocolate, la menta. Otro sentido que disfruta es el del tacto, por las texturas de cada uno de los productos, y la visión se deja encantar con el estallido de colores.

Ana Lucía Zapata, es la propietaria de ‘Comercial Alan’ es el primer nombre de su hijo. Este es negocio inició con su abuelita, luego su madre lo continuó por 40 años, y ahora Ana Lucía lo tiene desde hace 25 años.

“Vendemos especies, condimentos, frutos secos, cada día tenemos productos nuevos, la mayor variedad lo va a encontrar aquí, no hay un lugar que tenga tanta diversidad”; este es un local tradicional que está ubicado en el corazón del Centro Histórico, en las calles Cuenca N1-179 y Bolívar.

Este comercial tiene un nuevo local; “a la gente le gusta, ver, oler y cuando compran los tocan, aquí hay productos al granel. Yo me siento bendecida, nuestro interés es servir al público, es hermosa está línea, cuando veo la canela, el anís estrellado, el clavo de olor, tratando cada vez de mejorar para nosotros y nuestros comparadores”.

Sus productos provienen del Tena, Manabí, Sigchos, Ibarra incluso de otros países. A este local acuden personas a comprar productos naturales para atender ciertas dolencias como el dolor de estómago, para eso Ana Lucía recomienda el anís o el orégano, la chanca piedra y zarzaparrilla para los riñones, para quienes desean endulzar de forma natural la estevia.

Atiende de lunes a domingo de 07:00 a 18:30; los domingos hasta las 16:00, sin interrupción. Los precios van desde los 50 centavos, se hacen paquetes pequeños para las personas que desean solo una pequeña porción.

Además, sus clientes son cadenas de restaurantes, hoteles y para ser expendidos en otros locales; para esto hacen un proceso que se llama ‘irradiación’, que consiste en limpiarlos de forma segura.

Actividades económicas como estas, tradicionales, dan viva y encanto al Centro Histórico, sus propietarios y quienes atienden tienen la convicción de ser espacios únicos en la ciudad, por eso conservan y han creado nuevos clientes.

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