Títeres: El Pesebre Quiteño

El Pesebre Quiteño es un espectáculo de títeres de peana que cuenta una versión fantástica del nacimiento del niño Jesús y las peripecias de María y José en el centro de Quito; recreando, así, las fiestas decembrinas en la ciudad.

Esta es una función de títeres, presentada por Fundación Titerefué, y se realizará el sábado, 18 y domingo, 19 de diciembre, a las 16:00, en el Teatro Variedades Ernesto Albán; el valor de las entradas son: general, 7 dólares y niños, 4 dólares; a la venta en www.tickets.teatrosucre.com y en la boletería del Teatro Nacional Sucre. El ingreso se permitirá hasta contar con el aforo indicado y los asistentes deben cumplir con todas las medidas de bioseguridad.

La escenografía de este espectáculo es una maqueta del centro histórico de Quito, en donde se pueden ver lugares emblemáticos y edificaciones patrimoniales, por ejemplo: la Iglesia de San Francisco, el Panecillo, los arcos del palacio arzobispal, la casa de Manuela Cañizares, entre otros.

El argumento de ‘El Pesebre Quiteño’ surge de la necesidad de sensibilizar al público frente a la problemática de las personas en situación de movilidad y se constituye en una propuesta de recomposición de la memoria colectiva, puesto que la ciudad de Quito es un espacio simbólico en donde se reproducen diversas prácticas y manifestaciones culturales, que tienen un sentido eminentemente colectivo y conforman el imaginario y la identidad de los quiteños.

Sinopsis:

En el año de ‘mil muchos cientos’ no sé cuánto, a la Estrella de Belén se le cayó la brújula. Pérdida y vagando por el espacio sideral, cansada y sin combustible, decidió dar vuelta en U y fue a parar en los Andes. Con semejante frío quedó congelada en el cielo en un lugar llamado Quito.

La llegada de María y José coincidió con la celebración de las fiestas de esta milenaria ciudad. Turistas de todos los rincones del mundo arribaban a tan descomunal ‘pachanga’. Los tres Reyes Magos, después de atravesar desiertos, mares, ríos y charquitos, por fin llegaron; bebieron un ‘traguito’ y coreaban ¡Viva Quito!

María y José de algo tenían que vivir, él tocaba la guitarra, a ella le gustaba escribir y en cada esquina cantaban y hacían reír. Los días pasaban y el niño Jesús ¡ya llegaba! ¿En qué lugar de Quito nacerá este pequeñito?

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