¿Qué se viene para la ciudad en los dos años restantes de la Alcaldía?

  • Tras dos años de gestión, el alcalde de Quito presentó un balance sólido y con visión de futuro.

Quito, (Quito Informa). – El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, expuso los retos y proyecciones de su administración para los dos años que restan de su mandato. Tras rendir cuentas ante miles de quiteños la semana anterior, proyecta su administración a través de un objetivo ambicioso, consolidar más de 3 mil obras que reconfiguren a la ciudad como un referente nacional en movilidad, infraestructura, servicios y oportunidades reales para sus habitantes.

Nada va a impedir que seamos la locomotora del desarrollo nacional y la capital de las oportunidades”, dijo, al presentar las obras estratégicas que marcarán el rumbo del segundo tramo de su gobierno. Se trata de un paquete robusto de intervenciones que atraviesan temas sensibles como el acceso al agua potable, la recuperación de espacios públicos, la seguridad ciudadana, la educación técnica de calidad, cultura y el ordenamiento territorial.

Entre los proyectos que anticipó destacan la creación del Escalón 1, una nueva conexión vial que beneficiará al sur de Quito; el arranque de los estudios para extender el Metro hasta La Ofelia; y las obras definitivas de agua potable en Calderón, Pomasqui y Calacalí. También se anunció la construcción de un Instituto Tecnológico con estándares universitarios, pensado para la zona sur, y el rediseño del Parque Bicentenario con canchas, juegos inclusivos y áreas recreativas para todas las edades.

A esto se suman intervenciones urbanas como la continuidad de la rehabilitación de la avenida Galo Plaza Lasso, el mejoramiento vial de la avenida Rumihurco en el noroccidente, la extensión de la avenida Amazonas para fortalecer la conectividad, la recuperación del sector de La Mariscal y la inversión prioritaria en el Estadio Olímpico Atahualpa, con miras a convertirlo en un polo deportivo y cultural para la ciudad.

En el plano ambiental, el alcalde anunció la construcción del Complejo Ambiental y la ejecución de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), en coordinación con el sector privado. Además, reafirmó su intención de consolidar un espacio permanente para espectáculos culturales y de acelerar la recuperación de bienes patrimoniales del Centro Histórico. Todo esto se enmarca en una hoja de ruta común, el Acuerdo Quito 2034, que ya suma actores y compromisos en torno a una visión de largo plazo para la ciudad.

Sin embargo, el avance de este ambicioso plan enfrenta obstáculos. Uno de ellos, advirtió el alcalde, es la escasez de asfalto, producto de los problemas en la Refinería de Esmeraldas. La situación ha obligado a suspender 46 frentes de obra y a detener 30 brigadas de reasfaltado en distintos puntos del Distrito. “Las autoridades nacionales informarnos cuándo se reabastecerá la dotación de asfalto lo más pronto posible. No podemos permitir que esto paralice la obra pública de la capital”, expresó. Mientras tanto, el Municipio buscará alternativas, como el uso intensivo de adoquinado en barrios y vías secundarias, para no frenar completamente el ritmo de ejecución.

En su balance de mitad de periodo, el alcalde destacó cifras que respaldan su discurso: 84 millones de viajes registrados en el Metro de Quito desde su apertura; 60 nuevos trolebuses adquiridos tras 30 años sin renovación; 5.800 familias beneficiadas con títulos de propiedad; más de 500 parques infantiles construidos o rehabilitados; 24.000 estudiantes formándose en instituciones municipales; y 4.000 niñas y niños atendidos en los centros Quito Wawas.

Además, enfatizó que Quito es el primer Municipio del país con un programa público de salud mental en las escuelas, con psicólogos trabajando en las 20 unidades educativas del DMQ. También resaltó inversiones sociales importantes: 15 millones de dólares destinados a obras en parroquias rurales, 2.5 millones para apoyar a jóvenes y mujeres emprendedoras, y una amplia agenda de construcción y rehabilitación de casas comunales y espacios deportivos barriales, pensada para el bienestar de los adultos mayores.

Hemos ejecutado ya el 63% de nuestra oferta de campaña. Dejó de ser promesa y se convirtió en mandato ciudadano. Cada obra habla de derechos, de dignidad, de progreso compartido”, afirmó. Y añadió que muchas obras ya están en uso incluso antes de ser inauguradas oficialmente, debido al ritmo acelerado de la inversión pública.

“Antes teníamos obras en cuatro o cinco parroquias; hoy trabajamos simultáneamente en las 33 parroquias rurales de Quito. Vamos de cuatro en cuatro”, dijo con convicción, dejando claro que su administración continuará ejecutando, sin pausa ni improvisación, una agenda de transformación profunda.

El mensaje que queda tras esta intervención es que los próximos dos años serán decisivos para convertir a Quito en una ciudad que crece con visión, con planificación y con un sentido colectivo de futuro.

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