Derecho al trabajo en una ciudad ordenada: Quito impulsa el comercio con espacios seguros y organizados
- En los últimos seis meses, se han emitido más de 3.500 actas de advertencia a comerciantes que ejercen su actividad sin autorización o fuera de las zonas permitidas. Estas medidas responden a un enfoque preventivo, donde la socialización y la información anteceden a cualquier sanción.
Quito, (Quito Informa).- El Municipio de Quito fortalece su estrategia de recuperación del espacio público con acciones que combinan orden, diálogo y oportunidades reales para el comercio autónomo.
En entrevista con Quito Informa, Carolina Andrade, secretaria de Seguridad y Gestión de Riesgos, aseguró que el Municipio de Quito garantiza el derecho al trabajo a través de alternativas concretas que también contribuyen al orden urbano. Uno de esos ejemplos es el corredor comercial de Nayón, que funciona los viernes, sábados y domingos, y que ha permitido organizar mejor la actividad de los comerciantes, mejorar la presentación de sus productos y ofrecer un entorno más ordenado para todos. “El orden y el control no están reñidos con la inclusión. Por el contrario, nos permiten garantizar derechos y mejorar la calidad de vida, tanto de los comerciantes como de los ciudadanos”, afirmó.
Al referirse a la intervención que realiza el Municipio de Quito en el mercado Las Cuadras, y en la ciudadela Martha Bucaram, indica que en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Productivo y la Agencia Metropolitana de Comercio (AMC) se dialoga de forma permanente con los comerciantes.
“Hemos socializando la normativa y sobre los espacios que se encuentran disponibles para que ellos puedan realizar sus actividades económicas y comerciales a través de la implementación de corredores comerciales que están siendo identificados con la Agencia Metropolitana de Coordinación de Comercio ‘Quito Comercio’. También, la alternativa es que pasen a ocupar los espacios que están vacíos dentro de los mismos mercados, y no estén en las calles”, señaló.
Uno de los casos emblemáticos de este proceso se registra en el entorno del Mercado Las Cuadras, en el sur de la ciudad, donde más de 50 comerciantes fueron reubicados tras un trabajo conjunto con las asociaciones del sector. Esta acción no solo liberó aceras y accesos peatonales, sino que fortaleció la dinámica económica del propio mercado.
En sectores de alta concentración comercial, como ferias y avenidas principales, los operativos se han intensificado, especialmente frente a quienes han rechazado las opciones de regularización ofrecidas. Asimismo, se han sancionado vehículos que operan como puestos móviles de venta, ocupando ilegalmente la vía pública y afectando la libre circulación.
“Ahora, lo que estamos haciendo es generando un control mucho más fuerte de los que todavía se mantienen en las calles, los que lamentablemente incluso usan a vehículos como espacios de venta. Hemos actuado con la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) para sancionarlos y en las siguientes semanas iniciaremos con las acciones de medidas cautelares para quienes después de varias advertencias, después de haber socializado las alternativas, no respetan la normativa”.
“Nuestro objetivo no es castigar, sino construir una ciudad más ordenada. Hemos presentado alternativas concretas a través del Plan de Comercio para que los comerciantes puedan trabajar en condiciones dignas y reguladas”, aclaró.
Este proceso de ordenamiento es posible gracias a la labor conjunta de varias entidades municipales, entre ellas:
– Secretaría de Seguridad y Gestión de Riesgos
– Secretaría de Desarrollo Económico y Productivo
– Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano
– Agencia Metropolitana de Control
– Quito Comercio
– Administraciones Zonales
Estas instituciones trabajan de forma articulada bajo un mismo objetivo: una ciudad donde el respeto al espacio público, la legalidad y las oportunidades convivan en equilibrio.
El Municipio enfatiza que el éxito de estas acciones depende también de la corresponsabilidad ciudadana. Al preferir espacios autorizados y formales, los consumidores no solo apoyan la economía local, sino que contribuyen al cumplimiento de las normas y a una ciudad más segura y equitativa.