EPMAPS fue reconocida por su trabajo decisivo en la crisis que dejó sin agua a seis parroquias del sur
Quito (Quito Informa).- Durante la Sesión Solmne por los 491 años de Fundación de la capital, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (EPMAPS – Agua de Quito) recibió este sábado 6 de diciembre de 2025 la condecoración Carlos Montúfar, que se entrega a «funcionarios municipales, de sus empresas y administraciones, que hayan desarrollado una labor excepcional en beneficio de la ciudad».
Fue entregado por el Concejo Metropolitano, que la resalta como “pilar fundamental del desarrollo de la ciudad” al destacar el trabajo y liderazgo de la institución durante la emergencia ocasionada por el deslizamiento del 9 de julio en el páramo del Antisana que rompió 350 metros de tubería y paralizó el servicio para 6 parroquias del sur de Quito por 18 días.
El reconocimiento constituye un homenaje al compromiso de todo el personal técnico, operativo y administrativo que, frente a una emergencia inédita, actuó con inmediatez, capacidad y vocación de servicio, garantizando el abastecimiento de agua potable en uno de los momentos más críticos para la ciudad.
Este evento fue catalogado como el más grave de los últimos 25 años en términos de infraestructura hídrica para la ciudad.
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El deslizamiento de más de 600 mil metros cúbicos de tierra afectó un tramo estratégico del sistema de conducción La Mica–Quito Sur, dejando sin abastecimiento de agua potable a más de 350 mil habitantes de seis parroquias del sur de la ciudad durante 18 días.
Ante condiciones climáticas extremas y en un área de difícil acceso, EPMAPS activó su Comité de Emergencias y desplegó un operativo técnico y logístico sin precedentes. Durante las primeras horas, personal especializado se movilizó hasta la zona para evaluar daños y habilitar un perímetro seguro. Paralelamente, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, acogiendo la recomendación del COE Metropolitano, declaró la emergencia territorial en seis parroquias, mientras la Empresa declaró la emergencia institucional para destinar todos los recursos necesarios.
El trabajo técnico y operativo permitió desalojar más de 180 mil metros cúbicos de tierra en apenas 12 días, habilitando una plataforma para reemplazar 350 metros de tubería de acero de 42 pulgadas. Gracias al esfuerzo de cerca de 800 personas involucradas en campo y ciudad, el servicio fue restablecido en tiempo récord.
Mientras avanzaba la obra en el Antisana, en Quito se instaló un sistema alternativo de abastecimiento que comprendió 109 tanqueros, 16 tanques inflables, cinco hidrantes y dos pozos, además de una planta de tratamiento portátil con capacidad para procesar 33 mil litros diarios. Durante la emergencia se distribuyeron aproximadamente 60 millones de litros de agua potable, con control de calidad permanente.
La respuesta incluyó además medidas de solidaridad con las familias afectadas: seis parroquias del sur quedaron exoneradas del pago del servicio durante el mes de la emergencia, y a los usuarios solidarios, que compartieron agua con vecinos, se les exoneró del pago del excedente de consumo.