Tras 30 años, el agua potable llegó a los barrios altos del Noroccidente

El Municipio culminó el proyecto de agua potable que beneficia directamente a más de nueve mil habitantes del sector e indirectamente a más de 25 mil moradores de 29 sectores ubicados en la parte alta del Noroccidente. Para la construcción de este proyecto, que costó más de 5 millones de dólares, se utilizó un helicóptero especial de carga que trasladó aproximadamente más de 300 toneladas de materiales.

Varios años tuvieron que transcurrir para que los vecinos de estos sectores cuenten con una red de agua potable técnicamente construida para cubrir sus necesidades. Las familias obligatoriamente se acostumbraron a consumir y utilizar a diario agua entubada (sin tratamiento) proveniente de una «acequia» que bajaba por una montaña cercana. Ahora cambió radicalmente su forma de vida.

El Alcalde Mauricio Rodas, en una entrevista con las radios de la capital,  indicó que este tipo de proyectos son parte del proyecto Quito Cables. “Más de 25 de millones de dólares se han invertido en la zona en: agua potable, alcantarillado, asfaltado, adoquinado, adecuación espacios públicos, programas sociales, instalación de contenedores basura, entre otros. Son servicios que antes no existían en estos sectores y ahora lo estamos haciendo”, señaló el Burgomaestre.

La obra tiene cerca 45 km entre redes de captación y distribución. El proyecto fue ejecutada tomando en cuenta la preservación natural de la reserva Yanacocha y se usó un cableado ecológico. “El proyecto duró dos años de construcción y beneficia directamente  a los barrios: La Leticia, Catzuqui de Moncayo, Freire Mena, Tenerías, Uyachul,  Rundupamba y San Vicente. “Son obras que mejoran la calidad de vida de nuestros ciudadanos, que a pesar de ser básicas no estaban hechas”, concluyó el Alcalde Rodas.

María Cigha, residente de Catzuqui de Moncayo, reconoce que esta obra beneficiará a su barrio, ya que el agua que consumían y utilizaban a diario provenía de una «acequia» que bajaba por una montaña cercana.

El presidente del barrio Catzuqui de Moncayo, Emiliano Haro, está de acuerdo con Cigha con respecto al beneficio que la obra traerá a su comunidad. «Si no hay agua, no hay vida,» dijo el Dirigente.

Ahora la ciudadanía también es corresponsable en el cuidado de estas obras a través de buenos hábitos, ahorrar agua en las tareas diarias y consumir lo necesario son aportes que la comunidad brinda a su ciudad.

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