La empresa de Rastro cumple 153 años
- El primer matadero público estaba ubicado en las calles Benalcázar y Rocafuerte, en el ex mercado de Santa Clara de San Francisco en el año 1867
- En la empresa laboran 183 personas
- Los principales servicios que brinda son faenamiento de bovinos, ovinos, porcinos y camélidos, control veterinario, inspección de carne y venta de subproductos
La Empresa Pública Metropolitana de Rastro Quito -Emraq-EP-, cumple este mes 153 años desde su creación y 10 años desde que se convirtió en Empresa Pública Metropolitana. Lo festejaron trabajando y procurando dar lo mejor de cada uno desde las distintas actividades que desarrolla esta empresa municipal.
Sus trabajadores consideran a la empresa como su hogar y se sienten orgullosos de laborar allí. Uno de los empleados más antiguos es Gonzalo Garrido, quien lleva 40 años de servicio, él considera a este espacio su casa. Eduardo Tapia es veterinario y lleva laborando aquí 25 años, “este es un lugar en el que he podido realizar mis sueños, ha sido un reto profesional”.
En la empresa también laboran mujeres. Todas orgullosas de desempeñarse allí. Norma Campoverde trabaja allí 25 años, “nosotras hemos dado todo para sacar adelante a la empresa, me siento orgullosa y feliz de trabajar aquí”.
Para Josefina Pillajo la empresa representa todo “soy madre soltera, gracias a mi trabajo les he dado educación a mis hijos. Yo amo mucho a la empresa es como si fuera mi marido de aquí llevo el sustento para mis 4 hijos y para mis 11 nietos.”
La Emraq-EP es la instancia encargada de operar el sistema municipal de faenamiento y comercialización de especies animales para el consumo humano en el Distrito; así como la infraestructura de mataderos municipales.
Brinda los servicios de faenamiento de animales de abasto como bovino, ovino, porcino y camélidos, además de control veterinario, inspección de carne y venta de subproductos, contribuyendo a la salud alimentaria de la comunidad, con responsabilidad social y ambiental.
Julio Álvarez, gerente de la Emraq-EP, señaló que esta empresa la construye su gente, son un total de 183 personas “quienes ponen su contingente a diario para que la ciudadanía de Quito cuente con el recurso proteico: la carne. En la actualidad se faenan cada mes alrededor de 6 000 reses y cerca de 7 000 porcinos”. De esta manera se cubre más del 30% de la carne que se consume en el Distrito Metropolitano de Quito.
Es importante resaltar que esta empresa se encarga de realizar controles y el nivel de exigencia en la planta pública, “todo nuestro personal, principalmente los médicos veterinarios, realizan el nivel de inspección desde la llegada de los animales, el proceso de faenamiento, entrega y distribución para que los dueños de la carne puedan hacer la comercialización adecuada”.
La empresa cuenta con el certificado como Matadero Bajo Inspección Oficial MABIO, además ha generado nuevos protocolos de seguridad para prevenir el covid-19, desinfección de las personas y de los vehículos que ingresan, entrega de ropa de trabajo, transporte a los trabajadores de la empresa, etc.
Geovanny Estévez, encargado de la dirección de producción, señaló que la empresa brinda el servicio de inspección veterinaria en camales satélites o camales rurales que abastecen al Distrito Metropolitano, “nuestros médicos realizan la inspección sanitaria, verifican la calidad e inocuidad del producto que se va a expender”. Se analiza también el cumplimiento de normas sanitarias como tiempo de transporte, temperatura, sistemas de enfriamiento y de vacío, entre otros.
Los animales ingresan a los corrales de domingo a domingo, este espacio tiene una capacidad para 850 reses. Los veterinarios realizan inspecciones a los animales, para luego pasar a faenamiento, la producción se despacha con altísimas normas de higiene y limpieza.
Los retos que tiene esta empresa son seguir mejorando sus procesos productivos, incluyendo temas de trazabilidad y control. Además de ser un referente de faenamiento de ganado de abasto y conservar la responsabilidad de vigilar que la carne sea consumida por los quiteños sea de calidad.