Tráfico de animales pone en peligro a la fauna silvestre
La Fundación Zoológica de Quito desarrolla la campaña ‘Tu casa no es mi hábitat’ que busca concienciar a la gente para que evite la compra de animales silvestres y así luchar contra la mascotización y el tráfico de especies.
El objetivo de esta cruzada es sensibilizar a la gente para que no mascotice a animales silvestres, de manera especial a loros, guacamayos, pericos, tortugas, monos, cuyas diversas especies son víctimas constantes del tráfico ilegal.
Cuando se compran animales silvestres para mantenerlos como mascotas, alejados de su hábitat natural se los obliga a vivir en condiciones de maltrato y estrés debido al encierro, este es el último eslabón del tráfico en el que está directamente vinculada la ciudadanía.
El confinamiento puede provocar conductas nocivas en los animales, tanto a nivel físico como comportamental, llegando incluso a causar su muerte. Monos, loros, tortugas y crías (neonatos) llegan en muy malas condiciones de salud a los centros de bienestar animal.
El cometimiento de este delito es sancionado con pena privativa de libertad de uno a tres años y la pena puede incrementarse dependiendo de los agravantes y su asociación con otros ilícitos.
Parte de ese tráfico ilegal fue una tortuga charapa,Podocnemis unifilis, hallada en un basurero de Quito. Llegó a la clínica del Zoo en enero de 2018, con heridas abiertas en el caparazón, posiblemente causadas por la mordida de un perro. “¿Por qué se encontraba en la ciudad, cuando su hábitat natural está en los ríos de la Amazonía? Seguramente, como cientos de tortugas al mes cayó en las manos de traficantes de animales, fue comprada y, cuando empezó a crecer o enfermar la abandonaron”, indicóMartín Bustamante, director de la Fundación Zoológica de Quito.
Ahora, la tortuga se encuentra de nuevo en su hábitat en Pastaza luego de tres años de permanecer en la Unidad de Bienestar Animal del Zoo de Quito, comentó Bustamante.
Las tortugas charapas son de río, no deben vivir en peceras. Al limitar su espacio desarrollan deformaciones en sus caparazones, problemas graves en su piel, no alcanzan el crecimiento físico adecuado. Además, la sobreexplotación de sus huevos para consumo humano, así como la captura y venta de los individuos adultos, las considera como especie vulnerable de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN.