Quito se prepara para la entrega histórica de 1.326 adjudicaciones en mercados municipales

Quito, (Quito Informa). – El Municipio de Quito, a través de la Agencia Metropolitana de Coordinación de Comercio (AMCC), se alista para realizar la entrega más grande de adjudicaciones de puestos en la historia de la ciudad. Serán 1.326 comerciantes de 19 mercados municipales quienes recibirán su carta de adjudicación este martes 12 de agosto en un acto público que se desarrollará en el Palacio de Cristal, Itchimbía.

El evento tendrá un fuerte contenido simbólico: el Palacio de Cristal conserva la estructura metálica del histórico Mercado San Francisco, inaugurado en 1893, el primero de la ciudad. Este espacio, que alguna vez fue el corazón comercial del Quito de inicios del siglo XX, se convierte ahora en el escenario donde la ciudad reconoce y reivindica a sus comerciantes.

Una reparación largamente esperada

Durante décadas, miles de comerciantes han trabajado sin respaldo legal, enfrentando trámites que podían extenderse por años e incluso prácticas de corrupción y cobros indebidos. La actual administración municipal impulsa un proceso técnico, transparente y masivo que garantiza seguridad jurídica a quienes sostienen el comercio popular.

Mercados que recibirán adjudicaciones

Las cartas se entregarán a comerciantes de: Central, Floresta, Calderón, Carapungo, Solanda, San Francisco, Andalucía, Kennedy, Cotocollao, Santa Clara, Tumbaco, Cumbayá, Alangasí, Conocoto, Arenal, Quito Sur, Calzado, Mena Dos y San Roque.

Esta entrega forma parte de la estrategia de 3.001 obras que ejecuta la ciudad, no solo en infraestructura, sino también en acciones que transforman vidas, como el ordenamiento del comercio y el fortalecimiento de los mercados municipales.

Un comentario sobre “Quito se prepara para la entrega histórica de 1.326 adjudicaciones en mercados municipales

  • el 11 agosto, 2025 a las 9:18 pm
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    En Quito siempre hemos sido hipercríticos con nuestra ciudad y sus alcaldes, y está bien, es preferible eso a creer en ilusorios «modelos exitosos» o que una sola persona puede salvar a la ciudad e incluso al país entero. Pero también hay que ver en perspectiva que los alcaldes que hemos tenido no eran tan terribles como pensábamos, de hecho eran bastante decentes para la realidad económica y política que les tocó. Veamos al más reciente de esos alcaldes tan basureados, Mauricio Rodas, un político novato y recién llegado que tenía todo en su contra, empezando con el odio y revanchismo del entonces Presidente de la República, que usó todo el aparato estatal para cobrar venganza por la derrota de su entonces títere, Barrera, al punto de entorpecer e incluso casi llevar a la cancelación del tan ansiado proyecto del Metro de Quito. Y aún así, el novato alcalde pudo superar todas las dificultades técnicas, financieras y políticas que se le impusieron y no solo avanzar con el proyecto sino dejar prácticamente concluída toda la Línea 1 del metro (22 km) en un solo período de gobierno, algo difícil y complejo incluso en ciudades mucho más ricas y desarrolladas. Y eso sin contar las muchas otras obras que en ese período pudo ver la ciudad, como la renovación del querido Parque La Carolina, la renovación total de todas las paradas del Trole y muchas otras obras que hoy parecen imposibles. Ahora, retrocedamos un poco más, a los dos períodos de Paco Moncayo, en una ciudad y un país posferiado bancario pudimos ver la construcción del Túnel Guayasamín, en apenas tres años, también del teleférico, la recuperación de La Ronda, la ampliación del Trole y la más importante, el inicio de una obra que parecía casi imposible por el regionalismo y la situación económica del país, el Nuevo Aeropuerto Mariscal Sucre. Poca cosa, ¿no? Sigamos retrocediendo, ahora a la alcaldía de Jamil Mahuad, para algunos uno de los mejores alcaldes que ha tenido Quito. Fue el artífice de la modernización del transporte público en Quito, que entonces era un total desastre, con la construcción del Trole (planificado por Paz) y la organización y uniformización de los buses convencionales, algo en lo que Quito se adelantó por varios años a Lima, Bogotá y otras ciudades importantes. Además fue un alcalde querido porque hizo valer y respetar a la ciudad en varios momentos difíciles. Sigamos con Rodrigo Paz, otro alcalde que también fue muy querido y con justa razón, por ejemplo, tuvo la genial idea de impulsar el transporte público municipal incorporando una flota que llegó a tener casi doscientos buses articulados, los primeros del país. Y lo hizo en una ciudad mucho más pequeña y con un país más pobre. Como dato curioso, en la alcaldía de Álvaro Pérez trajeron varios buses de dos pisos para servir en la Avenida Amazonas, es interesante que en esa época en que teníamos un país mucho más modesto y subdesarrollado se pensaran en ideas fuera de lo convencional y eso es genial porque había cierta visión y ambición como ciudad, algo que en las últimas administraciones de Yunda y de Pabel simplemente desapareció por completo. También es interesante que entonces existía una mayor influencia europea y búsqueda de calidad, los buses de dos pisos eran genuinamente ingleses, los buses articulados eran húngaros y los troles eran Mercedes Benz de fabricación española, todos vehículos de excelente calidad que sirvieron dignamente por muchos años. Ahora tenemos que conformarnos con buses de medio pelo brasileños, chinos o colombianos, ¡hasta en eso hubo un retroceso! Y por último recordemos a Sixto Durán Ballén, el alcalde arquitecto que le legó a la ciudad una de las obras de infraestructura más importantes: «Los Túneles», nuevamente en un país mucho más pequeño y empobrecido tuvo la visión de construir estos enormes túneles que atraviesan las entrañas de la ciudad conectando el sur, el centro y el norte. Lo hizo en una ciudad que entonces era prácticamente un pueblito sin problemas de tráfico, lo hizo con visión de futuro sabiendo que la ciudad crecería y sin esa infraestructura la movilidad sería un caos. Los construyó hace más de 40 años, y no recuerdo que haya pasado todo ese tiempo echándonoslo en cara y exigiendo que se lo agradezcamos a cada momento, claro era un hombre y un político maduro de los que ya no existen.
    No hablaremos del Maestro Juanito que si bien para muchos fue un mal alcalde porque ya no está en este mundo para defenderse y probablemente debía haber un equilibrio entre los varios buenos alcaldes que hubo antes y después de él.
    Para ser justos no creo que Barrera haya sido un muy mal alcalde, hay que reconocer que la planificación del metro se hizo en su administración y fue un gran logro. También inició con el soterramiento de cables, una iniciativa que ahora se ve en muchas ciudades de la región. Pero también pudo y debió haber hecho mucho más pues tuvo todo a su favor, el apoyo del gobierno central, mayoría en el concejo y la economía del país aún estaba en un buen momento. Su mayor error fue dejar que Correa metiera sus narices en los asuntos de la ciudad, ahí se vio que era un tipo pusilánime y sin personalidad.
    Finalmente veamos el otro lado de la moneda, los individuos que jamás debieron haber llegado a la alcaldía, no solo porque la mayoría de quiteños no votó por ellos, lo cual les resta legitimidad y autoridad para gobernar sino que jamás han demostrado capacidad, visión, amor por la ciudad y ni siquiera decencia humana, honestidad y dignidad, obviamente me refiero a Yunda y a Pabel, sin lugar a duda y con abundantes pruebas los peores alcaldes que ha tenido Quito. Yunda, el hombrecillo más ignorante, cínico y deshonesto que haya ocupado el sillón municipal, un sujeto que por creerse cholo, longo y «del pueblo» creyó que tenía carta blanca para hacer lo que le diera la regalada gana, incluídos los chanchullos de su parentela y de sus panas, y que trataba de descalificar cualquier crítica y cuestionamiento a su pobre y opaca gestión con la muletilla de racismo y clasismo, el mismo «comunicador» que en sus programitas hacía gala no solo de mal gusto y vulgaridad sino de machismo y misoginia. Un tipo que se aferró al poder hasta el último momento a base de mañoserías, todo por pura vanidad y por su ego de hacendado prepotente ardido.
    Y Pabel, que se puede decir de él, un intelectualoide sabelotodo pero bueno para nada, que al igual que Yunda se convirtió en pelucón nuevo rico gracias a que supo enchufarse muy bien a la teta del Estado. Un tipo al que dos años y medio le parecen poco para empezar a hacer algo relevante para la ciudad y necesita otro período más para hacer gala de su evidente ineptitud e incapacidad, cuando otros alcaldes en peores condiciones en cuatro años hicieron mucho más sin tantos lloriqueos ni pretextos. Un tipo que llegó a la alcaldía también al igual que Yunda por una aberración de la democracia que permitió que una minoría nos impusiera a estos dos inútiles y mediocres por los que más del 70% de quiteños no votó. Ambos, Yunda y Pabel han sido un trágico accidente para esta ciudad, han sido seis años y contando botados a la basura, tiempo miserablemente perdido sin ningún avance importante en ninguna área. No ha existido en estos seis años ningún proyecto relevante en marcha para Quito, todo han sido pequeñeces y paños tibios, cuando mucho obras menores de las que hacían todos los alcaldes antes de Yunda y Pabel pero sin vanagloriarse y decir que eran la gran cosa como ridículamente hace Pabel. Pabel y Yunda jamás debieron ser alcaldes.
    Supimos tener alcaldes que pese a sus errores y fracasos también fueron capaces de planificar, ejecutar y legarle cosas importantes a la ciudad, con Yunda y Pabel solo hemos tenido excusas, dramas, atraso, involución, corrupción y vergüenza. Si Pabel no es destituido serán ocho años perdidos, algo trágico e imperdonable para una ciudad con tanto potencial y que tuvo alcaldes y ciudadanos que supieron amarla.

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