Quito dio un giro en la gestión de residuos: de un ‘botadero’ a la responsabilidad y generación de recursos
- El manejo responsable de lixiviados, líquidos contaminantes que se filtran a través de la basura, permite obtener agua de alta calidad para ser reutilizada en acciones como el combate de incendios forestales.
Quito (Quito Informa).- Este martes, el gerente general de la Empresa Pública de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs EP), Santiago Andrade, compareció ante el Concejo Metropolitano para informar sobre los avances en el manejo de residuos de Quito y los retos que enfrenta la ciudad para consolidar el Nuevo Complejo Ambiental.
En su intervención, Andrade anunció la construcción del Cubeto N.1, que se levantará en el terreno donde funcionará el futuro Complejo Ambiental. Tendrá capacidad para 1’081.437 toneladas de residuos sólidos urbanos, una vida útil de 14 meses. El inicio de obras está previsto para diciembre de este año, una vez que se concluya el proceso de análisis en Quito Honesto.
Manejo adecuado de residuos sólidos genera energía eléctrica para Quito
El Nuevo Complejo avanza pese a los cambios normativos
El funcionario explicó que la consolidación del proyecto ha sufrido 14 meses de retrasos debido a los cambios en la normativa y los tiempos de aprobación. “Al Municipio le ha tocado adaptarse a tres marcos legales distintos tras la decisión de la Corte Constitucional, lo que ha obligado a reajustar procesos en distintas etapas”, indicó.
Actualmente, el proyecto ya culminó la fase de planificación y elegibilidad, obtuvo la autorización del Ministerio de Economía y Finanzas y está inscrito en el Registro Nacional de Alianzas Público-Privadas. La Emgirs espera firmar un contrato de cooperación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por USD 1,27 millones, recursos que permitirán avanzar en las fases de estructuración.
El futuro Complejo Ambiental permitirá aprovechar entre el 60% y el 70% de los residuos. Se proyecta generar energía limpia, reducir la huella de carbono, beneficiar a comunidades aledañas y crear 350 empleos directos en su operación.
De botadero a un centro de manejo integral de residuos
Mientras tanto, el Municipio mantiene mejoras en el Relleno Sanitario El Inga, que pasó de ser un ‘botadero’ a un espacio de manejo integral. Allí, el biogás generado en los cubetos se aprovecha para producir energía eléctrica, ampliando la capacidad de 5 MW a 9 MW. Además, el tratamiento de lixiviados permite obtener agua de alta calidad para ser reutilizada en acciones como el combate de incendios forestales.
El proceso de depuración redujo de 16 a 6 las piscinas de almacenamiento, asegurando un manejo más eficiente y ambientalmente seguro. También se repotenció la Estación de Transferencia Norte, que recibe 1.100 toneladas diarias de residuos, y se avanzó en proyectos como:
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Producción de Combustibles Derivados de Residuos (CDR) con 160 toneladas diarias destinadas a la industria cementera.
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Planta de reciclaje de escombros, operada con Vitco y Holcim, una de las cuatro de la región.
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Centros de Educación y Gestión Ambiental (CEGAM): dos en operación y seis más hasta 2026.
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Composteras comunitarias: 410 entregadas en 2025 y 200 más en 2026.
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Recolección diferenciada de residuos orgánicos en hoteles, centros comerciales, hospitales y cuarteles, que se delegará a un operador privado para compostaje.
La concejala Estefanía Grunauer destacó que se avanza en acciones concretas mientras se espera la ejecución del Complejo, aunque lamentó las demoras. Por su parte, el concejal Emilio Uzcátegui insistió en que el proyecto debe trascender ideologías políticas y mantenerse como una prioridad de ciudad.
El alcalde Pabel Muñoz señaló que la próxima administración recibirá tres proyectos estratégicos: la ampliación del Metro hasta La Ofelia, la alianza público-privada para el Complejo Ambiental y la ampliación de la Ruta Viva.