Patrimonio, ambiente y comunidad se renuevan con una obra diaria
Quito, (Quito Informa). – El sur de Quito se ilumina con nuevos colores. La iglesia de La Magdalena, uno de los íconos patrimoniales más queridos por la comunidad, ha recuperado su esplendor gracias a una intervención integral liderada por el Instituto Metropolitano de Patrimonio. Con una inversión cercana a los USD 153.000, se realizaron trabajos de conservación que van más allá de la estética, se restauró la memoria viva de un barrio. Más de 30 mil personas, entre vecinos y visitantes, ya disfrutan de este renovado espacio de fe y encuentro.
Pero no solo el patrimonio se renueva. También lo hacen los servicios que mejoran la vida diaria. La Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo EP) incorporó dos nuevos camiones de carga frontal, equipados con tecnología de última generación que optimiza la recolección de residuos y reduce el impacto ambiental. Con una inversión de USD 1.1 millones.
Mientras tanto, en las faldas del volcán Ilaló, la tierra respira de nuevo. En un esfuerzo conjunto entre la comunidad de San Juan Bautista de Angamarca, la Secretaría de Ambiente y la Cámara de Industrias Ecuatoriano-Alemana, se plantaron 700 especies nativas con la ayuda de 340 voluntarios y 24 empresas. Cedros, guarangos, alisos y nogales empiezan a tejer un nuevo bosque que protegerá el ecosistema y llenará de vida a futuras generaciones.
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En diferentes rincones de la ciudad, la convivencia también se fortalece con acciones concretas. Entre el 21 y 27 de abril, se trabajó junto a vecinas y vecinos para conformar comités de seguridad, entregar pulsadores de alarma y construir alianzas solidarias.
Y para que la comunidad tenga también espacios de alegría y esparcimiento, se han implementado nuevas infraestructuras recreativas en Calderón: desde juegos infantiles e inclusivos en San Juan Loma Bajo, hasta canchas y zonas deportivas en el barrio San Francisco de San José de Morán y el estadio Atahualpa de Llano Grande. Estas obras, con una inversión que supera los USD 150.000, dan vida a las áreas verdes y promueven la inclusión y el bienestar.
