Municipio de Quito canaliza ayudas de medicamentos en ‘Zona Cero’

Norma Castro llegó puntual a la casa comunal de la Comuna de Santa Clara de San Millán. Hasta este lugar fue convocada para entregarle las medicinas que le hacen falta y, de esta manera, recuperarse de la dolencia persistente a causa del aluvión del 31 de enero.

En la entrega de medicinas que se realizó, este lunes, 25 de abril de 2022, también estuvieron dos pacientes más: Lorena Castro y Gabriela Gallardo (en su representación llegó su hija Evelyn). Las tres mujeres se ubicaron en una mesa que fue acomodada en la sede social. Los nombres de las beneficiarias fueron validados por la Secretaría de Salud del Municipio de Quito y la Cruz Roja, a través del acuerdo de cooperación técnica con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Antes de comenzar con el acto, el gerente de la EP-Emseguridad, Jaime Bucheli, ponderó el esfuerzo que hace el Municipio para que las personas que fueron afectadas en su salud a causa del aluvión se recuperen pronto.

Luego se procedió a la entrega de la medicina según las recetas enviadas. En ese punto la representante de la Cruz Roja, Diana Loroña, recordó que “este trabajo es un esfuerzo conjunto. El Municipio de Quito preocupado por restablecer las condiciones de quienes vivieron el aluvión. Es importante darles ese acompañamiento y que, de a poco, puedan restablecerse…”.

Evelyn Gallardo fue la primera en recibir la medicina de su madre Gabriela, quien aún se recupera de sus cuatro costillas fracturadas y golpes en sus extremidades. Y para verificar que todo lo que estaba en la receta se iba a entregar, cada ampolla y pastilla se sacaron de la bolsa plástica.

La mujer agradeció a la Cruz Roja y, por su intermedio, al BID que desembolsó el dinero para comprar los medicamentos; también tuvo palabras para el Municipio que se mantiene gestionando y coordinando las ayudas en todas las áreas.

Norma Castro recibió su medicina, al igual que Lorena Cortez. “Ruego a Dios que nos sigan ayudando con las terapias, pues necesito ponerme bien y trabajar para sacar adelante a mis hijos. Yo fui arrastrada por el aluvión, cuando estaba en la cancha junto con mi esposo. Él falleció…”, señaló Cortez.

Una hora después de su llegada y con el medicamento en sus bolsos, las tres mujeres salieron de la casa comunal. Se marcharon a paso lento, pero confiadas de que pronto estarán sanas y buenas.

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