37 obras priorizadas en Zona La Delicia para el 2018
El Municipio del Distrito Metropolitano de Quito efectuara una inversión de más de USD 2.8 millones en la zona La Delicia. Los proyectos se decidieron en las 12 asambleas de presupuesto participativo con la participación de 491 líderes y lideresas de la zona La Delicia.
La Ordenanza 102 prevé que no menos del 60% del presupuesto zonal de inversión se destine a este proyecto, lo que equivale, para el 2018, a USD 2´893.137.
Entre los meses de agosto y septiembre de 2017 el Municipio de Quito, por medio de la zona La Delicia, organizó 12 asambleas, tanto en las parroquias urbanas como rurales, con el fin de incluir en la planificación 2018 las obras de infraestructura y proyectos sociales que la ciudadanía prioriza.
Así se ejecutarán 37 obras entre adoquinados, asfaltados, mejoramiento de estadios, casas comunales, intervención en espacios públicos como parques y canchas, entre otros, con una inversión de USD 2´754.012.
Por otra parte se ejecutarán 13 proyectos sociales, entre los que se encuentran capacitaciones, implementación de áreas infantiles y juegos inclusivos, apoyo a proyectos culturales, ferias y exposiciones, entre otros. La inversión asciende a USD 139 125.
Por ejemplo, en la parroquia El Condado la comunidad priorizó el adoquinado de la calle Eva Román del barrio África Mía, calle Mayaicu de Rancho Alto, calle Oe23 de San José Obrero, calle Oe7B de Colinas del Norte, entre otras 4 obras. Para esta parroquia el presupuesto asignado fue USD 392.499 para obra pública y proyectos sociales.
En cambio en la parroquia Nono se decidió destinar USD 25 000 para la capacitación a grupos de atención prioritaria, mientras en Calacalí se priorizó la instalación de juegos inclusivos y en Pomasqui se continuará con las expo ferias.
Nancy Paredes, es parte de la Asamblea Barrial de Colinas del Norte. Vive en este sector hace 30 años y participó en la asamblea de presupuesto participativo de la parroquia El Condado. “Me parece muy bien esta modalidad de trabajo ya que la comunidad puede decidir de la mejor manera, porque sabe qué necesidades tienen los barrios, además conocemos lo que a otros sectores les hace falta, esto nos facilita el trabajo para apoyar como veedores”, comenta.