Quito impulsa el diálogo por el cambio climático
Con la finalidad de trabajar de manera conjunta y de esta manera combatir el cambio climático, la mañana de este viernes 4 de mayo, en el marco de “Diálogos por el Clima” se firmó el Memorándum de entendimiento para la creación del Comité Nacional de las ciudades por el Cambio climático que está integrada por el Ministerio de Ambiente con el apoyo de ICLEI, el Municipio de Quito, el Pacto Global de Alcaldes para el Clima y la Energía en Latinoamérica, la Unión Europea, WWF Ecuador y la Asociación de Municipalidad del Ecuador, AME.
El objetivo de esta acción es poner en práctica la implementación del Acuerdo de París, en todos los niveles, a través de la gobernanza multinivel y conectarlo con otras agendas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, biodiversidad y la Nueva Agenda Urbana.
Además, crear enlaces entre la planificación climática nacional y las acciones climáticas a nivel local y promover la discusión abierta sobre cómo apoyar a las ciudades para obtener acceso a financiamiento para proyectos de infraestructura sostenibles y resilientes, incluyendo, tanto financiamiento externo, mejor acceso a los mercados de capitales nacionales e internacionales, como a los ingresos internos.
Mauricio Rodas, alcalde metropolitano, señaló que “son las ciudades las principales generadoras de gases de efecto invernadero, que producen precisamente el cambio climático, y por tanto, es en las ciudades donde debemos ejecutar acciones adecuadas en esta materia”.
“Las ciudades se convierten en actores clave y también, más comprometidos para enfrentar el cambio climático, implementando acciones para la reducción de emisiones y medidas de adaptación a sus efectos”, concluyó el Burgomaestre.
Las ciudades son los principales contribuyentes al cambio climático, consumiendo más del 78% de la energía mundial y produciendo más del 60% de dióxido de carbono según datos de las Naciones Unidas.
El Alcalde Mauricio Rodas hizo un llamado de acción para colaborar y dialogar entre gobierno nacionales y locales que fue lanzado en el One Planet Summit el pasado mes de diciembre en París, y que fue apoyado por la Coalición de Alcaldes de Brasil, la Federación de Alcaldes de España, por las ciudades de Medellín, México, Sevilla, Recife, Buenos Aires, el BID, Banco Mundial, y las diferentes redes de ciudades.
El cambio climático es una de las mayores amenazas de la humanidad, compromete la calidad de vida de la población en un mundo cada vez más urbanizado.
Quito tiene un rol de liderazgo a nivel nacional e internacional con respecto a la implementación de acciones climáticas, siendo una de las primeras ciudades en la región en medir su huella de carbono, realizar un estudio de vulnerabilidad y desarrollar su Plan de Acción Climático con acciones concretas como en la conservación de su patrimonio natural, la construcción del metro como medio de transporte cero emisiones pero también con su visión de que el Centro Histórico sea un área libre de emisiones para el 2020.
Esto le ha llevado a ocupar puestos directivos en diferentes redes internacionales como ICLEI, CGLU, y el Pacto Global de Alcaldes para el Cambio Climático y Energía donde más de 7400 ciudades se agrupan para luchar contra esta gran amenaza global.
En estas redes, la ciudad de Quito ha asumido el compromiso de ser embajador y promover a que cada vez más ciudades del país y del mundo se una a la lucha contra el cambio climático, se concienticen, tomen medidas, y reduzcan sus emisiones y vulnerabilidad.
Por otro lado, los países del mundo incluyendo Ecuador, han ratificado su compromiso con al cambio climático al firmar el Acuerdo de Paris, pero el problema es que ni aun sumando todos los compromisos realizados por los países no llegarían a cumplir con la meta de no llegar al incremento de la temperatura de 1.5 grados C., y es aquí cuando las ciudades toman un rol importante.
No obstante, estas no cuentan con los estudios suficientes, y peor con financiamiento suficiente para emprender acciones que ayuden a bajar las emisiones (ejemplo, gestión de residuos sólidos, cambio de tecnología a un trasporte más limpio, planificación adecuada de ciudades, descontaminación de ríos, etc.), y el no hacer nada respecto o inacción supondría un costo enorme para la población, para la ciudad y para el país.
Actualmente, no se contabiliza en los presupuestos nacionales o locales medidas que prevengan o se destinen recursos para mitigar el cambio climático y es por eso que es imperante el fortalecimiento de un diálogo e interacción entre los gobiernos locales del país y las instancias nacionales, para hacer una hoja de ruta ambiciosa de manera conjunta para lograr el desarrollo sostenible que incluya criterios de cambio climático.