Cerca de 300 mil dólares invertidos en la rehabilitación del Palacio de Najas
La Alcaldía de Quito concluyó el mantenimiento preventivo correctivo del antiguo Palacio de Najas, actual sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, ubicado en la calle Jerónimo Carrión entre la avenida 10 de Agosto y la calle Ulpiano Páez. Los trabajos se desarrollaron en el marco del programa de preservación de edificaciones patrimoniales del Distrito Metropolitano.
La intervención del Palacio de Najas, a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), contempló mantenimiento de la cubierta en mansarda, entrepisos de salones protocolarios, cielo raso, cubierta translucida, puertas y ventanas; adecuación de jardines y caminerías; apertura de vanos de muros perimetrales para la colocación de cerramiento metálico y pintura de las áreas intervenidas del inmueble.
El Alcalde Mauricio Rodas hizo la entrega de las obras realizadas en esta importante edificación patrimonial. “Estamos muy contentos de haber colaborado con la Cancillería. Es una inversión muy importante de recursos municipales que se realizó para poder llevar a cabo estos trabajos y el resultado ha sido muy positivo”, manifestó el burgomaestre.
La intervención, bajo la responsabilidad del IMP y la supervisión del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), se realizó con una inversión de 289.260,29 dólares. Esta rehabilitación se ejecutó dentro del convenio de cooperación interinstitucional, suscrito por la Alcaldía de Quito con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.
El Ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, José Valencia, dijo “Cuatro instituciones hemos sumado nuestros esfuerzos para restaurar este Palacio de Najas. Los equipos técnicos de estas instituciones colaboraron para que ahora podamos presentar orgullosos a la ciudadanía este Palacio de principios del siglo XX. Muchas gracias al Municipio de Quito por colaborar y poder mostrar este patrimonio”, expresó el embajador Valencia.
Los trabajos de mantenimiento fueron rigurosos, por lo que respetan integralmente el inmueble patrimonial y en la intervención se ejecuta tan solo lo necesario para garantizar la integridad y autenticidad de la edificación.
Esta edificación, cuya construcción data de la década de los años 30, perteneció, antes de pasar a propiedad de la Cancillería ecuatoriana, a Josep Constantino Najas quien la entregó al Estado en 1943, por la suma de ochocientos mil sucres.