Memoria, estrategia y picardía, 55 años celebrando el Campeonato Mundial de 40

Quito, 29 de noviembre de 2024 (Quito Informa).- En las fiestas de la ciudad más linda del mundo hay algo que nunca puede faltar: el 40, un juego emblemático que une a quiteñas y quiteños en una experiencia de camaradería, picardía y tradición. Desde hogares y barrios hasta empresas e instituciones, el 40 es el corazón de la celebración quiteña. Una de sus máximas expresiones es el Campeonato Mundial de 40, organizado desde hace 55 años por la Asociación de Periodistas Deportivos de Pichincha (APDP).

La inauguración de esta edición estuvo marcada por versos y alegría. José Granizo, presidente de la APDP, dio inicio al evento con una rima cargada de emoción: «La fiesta está encendida, Doménica y Pabelito representarán a Quito en la primera partida…», dijo.

El equipo que ganador fue el de Pabel Muñoz, alcalde de Quito y Doménica Jarrín, reina de San Francisco de Quito y los contendores Francesca Frixone, virreina de San Francisco de Quito y José Granizo. 96 parejas diputarán el título de campeones hasta el 4 de diciembre.

Un juego con historia
José Cabrera, cuarentero, juez y miembro de la APDP, compartió los orígenes de este juego, que habría llegado con los conquistadores como «El 30». Adaptado en la capital, se convirtió en una actividad típica de zapaterías y peluquerías, donde los quiteños empezaron a perfeccionar las estrategias que lo caracterizan hoy.

Desde 1969, la APDP organiza el campeonato que ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un evento de renombre mundial. El 40 combina memoria, estrategia, suerte y la chispa única de los quiteños, todo acompañado de los tradicionales canelazos, que sirven como «jueces de agua». El 40 no es solo un juego; es también un intercambio de ingenio. Entre las frases más populares están:

«Dos por shunsho»: cuando alguien pierde por descuido.

«Soy machacheño»: al botar un siete.

«La nobleza obliga»: al botar un dos.

«Cuerito tierno»: al jugar cualquier carta que puede sorprender.

El nombre del juego hace honor a los cuatro jugadores por mesa y las 40 cartas del naipe. Cada ronda se marca por «tantos», donde cinco tantos forman un «perro» de diez puntos.

El 40, un legado de Quito
Este juego trasciende generaciones y se convierte en un símbolo de identidad quiteña. Aunque se juega todo el año, adquiere un carácter especial en las Fiestas de Quito, en las que 96 parejas disputarán el título de campeones hasta el 4 de diciembre.

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