La lucha del pueblo Afroecuatoriano se reivindica cada día

Ecuador es un país que se constituye y enriquece por su población multicultural y pluridiversa, esto hace que seamos una sociedad que todavía pugna por reconocerse y por visibilizar a todos los grupos étnicos que la conforman.

La concejala Gissela Chalá Reinoso, segunda vicealcaldesa del Distrito Metropolitano de Quito, y presidenta de la comisión de Igualdad, Género e Inclusión Social, habló sobre el Mes Afroecuatoriano y la necesidad de superar el racismo.

¿Cuándo se instauró el mes de Afroecuatoriano?
Hace 25 años el Congreso Nacional del Ecuador, declara al primer domingo de octubre, como el Día Nacional del pueblo Afro, y además reconoce a Alonso de Illescas, como el primer héroe negro nacional. Un importante hombre que combatió la esclavitud.

A partir del 2008 se inicia una construcción identitaria, donde dejamos atrás este término ‘negro’, que siempre ha estado vinculado con lo peyorativo, para hacer una construcción política, donde nos reconocemos y nos auto identificamos como afroecuatorianos.

Afro, porque reconocemos la diáspora africana, esto nos permite, no dejar atrás la trata esclavista que nos ha traído hasta acá, y ecuatorianos porque nacimos aquí, es decir se reconoce el aporte y la existencia en este territorio.

A partir de esto, transformamos el día en un mes de incidencia y de estrategias políticas. El mes de la Afroecuatorianidad, que se conmemora a nivel nacional. Esta estrategia, no tiene nada que ver con actividades culturales o artísticas. Sino que son estrategias de visibilización sobre una acción problemática que tiene el pueblo afroecuatoriano, tales como la pobreza, falta de oportunidades laborales, además, de no acceder a derechos económicos, culturales y políticos.

Esto debido a que seguimos viviendo en una sociedad que se caracteriza por estigmatizar. El pueblo afroecuatoriano para el fútbol, para la danza, pero nada más. Sin embargo, estamos en otros espacios como: la política, las artes, en la academia.

Por eso es fundamental que este mes sea utilizado para sensibilizar sobre la problemática y también sobre la necesidad de que los gobiernos en toda instancia, nacional, provincial, local (como municipio), y los parroquiales, tomen acciones entorno a la política pública y se comprometan a ser parte del buen vivir, para la población afroecuatoriana, desde la justicia, el reconocimiento de su existencia, pero además esa justicia social que tiene que ver con la restitución y reparación de derechos.

¿Qué luchas han debido enfrentar para exigir sus derechos y visibilizarse?

Más de 500 años combatiendo una matriz colonial, que lo que ha hecho es deshumanizar, para justificar la serie de saqueos que se dieron en África, la serie de opresiones, cuando nos han visto nada más como medios de producción. Es más, existe un tratado donde se nos colocaba y decía que no tenemos alma, según la iglesia católica. Esto ha sido un patrón generacional, que se viene replicando en los modelos de educación tradicional, en la religión, que propende y promueve la exclusión.

Sin embargo, nosotros más allá de mantener resentimientos, que podrían ser propios de un sistema que excluye, hemos generado propuestas desde lo político y lo social. El pueblo afroecuatoriano se encuentra organizado y es producto de la lucha social de las organizaciones a nivel nacional que podemos contar con este mes.

Participamos activamente en la Constitución del 2008, allí se recogieron las agendas, no sólo de los derechos humanos, como se puede plantear, sino también los derechos colectivos, que se refieren a las formas en las que nos relacionamos en los territorios.

En Quito, según el censo del 2010, más del 7.2% somos afrodescendientes, y esto significa que las voluntades políticas deben ir más allá de realizar actividades culturales, debemos avanzar hacia políticas públicas donde se transversaliza, se garantiza y sobre todo se repara y se concretan derechos elementales como la educación, tener un hábitat seguro, salud; todas estas demandan política pública.

¿Qué acciones se han promovido para reparar esto desde el Municipio?

Los afroecuatorianos y como la primera mujer en asumir una designación por voto popular, tenemos algunas responsabilidades, no personales, sino colectivas. Desde el primer día en que nosotros ingresamos, procuramos colocar la transversalidad de derechos. El combatir todo tipo de racismo y discriminación en todo lo que se pueda hacer, procesos de inclusión desde la política pública y en lo legislativo, que tengo competencia.

Se ha incluido por primera vez en el Plan Metropolitano de Ordenamiento Territorial como eje transversal el Decreto 915, que manda, obliga y compromete la generación de políticas públicas nacionales, en todo lo relacionado con el reconocimiento, justicia y desarrollo, el mismo que tiene ejes tales como económico, cambio climático, naturaleza, inclusión social, o sea el tema de combatir la discriminación, tiene que ver con los derechos económicos, con la posibilidad de vivir libres de racismo y discriminación.

El 21 de marzo de 2022 suscribimos, con el Alcalde de Quito, yo en mi calidad de segunda Vicealcaldesa, un acuerdo donde Quito se compromete a generar políticas públicas para combatir el racismo, la discriminación y todas las formas conexas de intolerancia, incluidas ciudadanos en movilidad humana y las personas de diversidades sexogenéricas, pertenecientes a pueblos y nacionalidades, solo afros, sino también indígenas.

Además, recientemente se dictó una resolución, en la cual el pleno del Concejo Metropolitano, por unanimidad de los presentes, se compromete a generar condiciones de equidad, de acceso a las oportunidades y desde la política pública, para con las mujeres afrodescendientes. Esto significa que deja de ser una voluntad discrecional porque existe ya una normativa, la Ordenanza 0216, del 2007, para mandar el cumplimiento de acciones afirmativas. Estas son las que son reconocidas por el Tratado Internacional Durban 2001, acciones que tienen que ver con la disminución de las brechas de desigualdad.

¿Los ecuatorianos debemos sentirnos orgullosos de nuestras raíces indígenas y afros?

Debemos sentirnos orgullosos de todos, porque cada uno en el país, en la Constitución nos reconocemos como un estado pluriétnico, plurinacional e intercultural; evidentemente se debe trabajar desde la interrelación, que tiene ver con abrir y problematizar las dificultades que generan las brechas de desigualdad y de exclusión, para tomar decisiones que vayan disminuyéndolas, erradicándolas.
Esto no se trata de orgullo, es de cómo el tejido social se recompone reconociendo que existen otros actores, de pueblos y nacionalidades que tienen los mismos derechos.

Hoy estamos, más que nunca, enfrentando y erradicando las violencias, también, debemos desterrar el racismo y estos estereotipos que marcan y menoscaban la vida de las personas, mucho más allá de las políticas públicas, es cómo nos interrelacionamos, como reconocernos distintos, pero desde la diferencia también se puede construir.

¿Quién es Gissela Chalá?

Una mujer afroecuatoriana, proveniente de los sectores populares, madre de un hijo, soy jefa de hogar, provengo de las organizaciones sociales. Feminista, que cree que las políticas públicas deben ser parte de la transformación de vidas.

Estoy convencida de que debemos organizarnos, ser parte de estos procesos, no desde la lamentación, sino desde la propuesta.

Soy una mujer cimarrona, es decir una mujer negra que tiene la claridad de sus ancestros, sabemos muy bien hacia dónde vamos, no desde lo individual sino de manera colectiva; que ha hecho de su proceso, en la legislación, este momento que puede ser histórico, para aperturar puertas, desde una presencia e identidad política.

Mensaje por el Mes Afroecuatoriano

Este mes invita a vivir una serie de actividades, donde vamos a interrelacionarnos. Todos estamos invitados no a danzar, a aprender, a desaprender lo que la colonia nos ha impuesto, como algo que estereotipa. Aprendamos a reconocernos en los otros, en las diferencias.

Vamos a tener foros importantes desde lo académico, actividades culturales, porque la marimba y la bomba son parte de ese vibrar, cuando no podíamos hablar, estaban nuestros instrumentos hablando y gritando nuestra presencia. Por eso los tenemos aquí, más allá de la fiesta, sino desde los procesos de reconocer, de hacerlo de manera pedagógica, para combatir el racismo, y para dejar las bromas de doble sentido.

Finalmente, no pensemos qué es lo que estamos dejando, es cómo estamos construyéndonos hoy, como una sociedad libre de violencias, de intolerancia, en cómo estamos trabajando en una sociedad intercultural. No pensemos en nosotros, pensemos en los que vendrán.

Invitados todos a ser parte de este mes de la Afroecuatorianidad. Más allá de la danza a reconocernos en este Quito mucho más justo y también más intercultural.

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