Zuquini, acelgas, arvejas, tomate cherry se cultivan en el Huerto de la Marca

La Marca, es un barrio de la parroquia San Antonio de Pichincha, ubicada al noroccidente del Distrito Metropolitano de Quito.

7 vecinos de este sector se organizaron hace tres años. Decidieron formar un huerto comunitario.  Para ello limpiaron un terreno municipal, de 400 m2, junto a una de las quebradas del sector. Los restos de madera que encontraron en el sitio, les sirvió para hacer un cerco, donde además han sembrado plantas ornamentales.

“Las flores atraen a la abejas, lo que queremos es que nos ayuden a polinizar de manera natural”, indica Ligia Bonilla, una de las vecinas impulsoras del proyecto.  Después de su jubilación de la Universidad Central, vio en la actividad de la agricultura urbana una opción de uso del tiempo libre y más aún después de haber complementado sus estudios de anatomía con educación ambiental.

Los martes, de 08:00 a 12:00, son los días de trabajo.  Lo primero que se hace es limpiar el lugar, aporcar, es decir mover la tierra y sacar la mala hierba y finalmente regar mediante goteo.  Si tienen semillas preparan con anterioridad las camas con tierra negra y abono natural.

“De nuestras casas traemos el desecho orgánico y depositamos en las composteras, también ponemos aserrín”, menciona doña Ligia.

Los surcos definidos en el terreno están señalizados con pequeños rótulos.  Unos muestran el zuquini, otros la espinaca, la cebolla, la arveja, el apio, el perejil, la zanahoria, entre otros productos.

“Hemos contado con el apoyo de técnicos del Municipio de Quito”, comenta Wilson Moncayo mientras cosecha las hojas de acelga con María Pijuango. Las hojas lucen verdes, grandes y tienen un brillo natural.  Estos indicadores muestran el buen producto que llevan los vecinos hasta sus hogares, pues la producción se distribuye entre los participantes para el autoconsumo.

Elizabeth Seaz y Cecilia Vera, participan también en el proyecto.  Elizabeth hace fotos y graba los testimonios de sus vecinos para subir a redes sociales y doña Cecilia se suma al trabajo de la cosecha.

Las plantas de las arvejas han comenzado a brotar, gracias a las últimas lluvias que se dieron en la ciudad. El equipo de trabajo se concentra en uno de los sembríos y en seguir limpiando el terreno de piedras y arena.  Quieren embellecer el lugar con la siembra de árboles y más plantas, pues quieren presentar al lugar como un espacio público recuperado.

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