Seguimiento y rastreo: indispensables para reducir la transmisión y contener la pandemia

El Municipio de Quito, a través de la Secretaría de Salud continúa desarrollando la “Estrategia de Contingencia de Toma de Muestras para la Detección Oportuna de COVID-19” y aplicando su componente de seguimiento de los pacientes con pruebas positivas y el rastreo de sus contactos mediante telemedicina.

Se busca determinar información lo más precisa posible sobre los contactos del entorno de los ciudadanos positivos COVID-19, con el objetivo de conocer por qué lugar se han movilizado, con quiénes han estado y quiénes son sus contactos cercanos, la finalidad sanitaria es implementar el cerco epidemiológico necesario.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en el documento oficial “El rastreo de contactos en el marco de la COVID-19” señala que la localización de casos, el aislamiento, las pruebas y la asistencia, así como el rastreo de contactos y la cuarentena, como parte de una estrategia integral, son actividades indispensables para reducir la transmisión y contener la pandemia.

El rastreo de contactos es el proceso de detectar, evaluar y decidir qué hacer con las personas que se han expuesto a la enfermedad para evitar que la transmisión continúe. Cuando esta medida se aplica sistemáticamente, interrumpe la cadena de transmisión de una enfermedad infecciosa y, por lo tanto, representa un instrumento esencial de salud pública para controlar los brotes epidémicos infecciosos.

Es así que, personal sanitario municipal a través de la vía telefónica y de manera anónima inició esta actividad meses atrás y hasta la fecha se han realizado 22 324 llamadas, de las cuales 4528 han sido a pacientes positivos.

La labor de rastreo y seguimiento inicia el momento en que un ciudadano asiste a una de las 34 brigadas móviles de la Secretaría de Salud o a los puntos fijos de triaje ubicados en el norte, centro y sur de la ciudad, donde le toman los datos personales, le realizan la atención médica en busca de criterios clínicos y epidemiológicos, y, finalmente se procede a tomar la muestra para el análisis molecular para la COVID-19.

Mientras se espera el resultado del laboratorio, los expertos recomiendan se mantenga el Aislamiento Personal Obligatorio (APO), para evitar seguir contagiando o contagiarse.

En el caso de resultar positivo se inicia el rastreo mediante la llamada telefónica al número registrado para darle a conocer la positividad de la prueba y empezar el seguimiento mínimo cada 48 horas.

Los profesionales de la salud municipal fueron capacitados a través de un curso en línea con el Larkin Communiti Hospital de Miami (EE.UU.) para Rastreadores de Contactos COVID-19.

En la primera llamada a los contactos, el rastreador pregunta vía telefónica si la persona ha experimentado alguno de los siguientes síntomas: tos, fiebre o dificultad para respirar; incluso a qué distancia estuvo de algún contagiado, si llevaba o no mascarilla.

Si alguna de las personas con vigilancia epidemiológica empieza a desarrollar síntomas más graves se la deriva al Centro de Atención Temporal Quito Solidario.

Cada rastreador hace de 30 a 40 llamadas al día, divididas entre pacientes positivos y negativos. De ese total, entre el 10 o 15% tiene el virus y le recomiendan realizarse la PCR en un sitio asignado y le hacen el seguimiento, en promedio cada 48 horas hasta completar los 14 días.

Hasta el 31 de diciembre de 2020 se han obtenido estos datos:

• Casos positivos de pruebas tomadas en brigadas móviles y puntos fijos de triaje: 9065.
• Casos negativos de pruebas tomadas en brigadas móviles y puntos fijos de triaje: 35 592
• Pacientes notificados el resultado positivo o negativo de pruebas mediante llamada telefónica: 19 926
• Total de casos positivos en seguimiento: 4528
• Total de contactos de casos positivos identificado: 9190

Del total de contactos rastreados de pacientes positivos se ha agendado para la realización de la prueba de diagnóstico de COVID-19 a 1296 ciudadanos.

Expertos de salud pública señalan que la estrategia de búsqueda y vigilancia de contactos es una de las más efectivas para frenar la enfermedad, porque permite aislar a los enfermos y a los sospechosos en etapas tempranas, además, ayuda a monitorear a los pacientes durante el aislamiento.

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