Se fomenta la agricultura urbana en las parroquias de Quitumbe

  • La solidaridad y el autoabstecimiento se conjugan

La agricultura urbana y la creación de alternativas para enfrentar la crisis producida por la pandemia de la COVID-19 ha hecho que cada vez más familias del sur de Quito emprendan, en unos casos, en soluciones urbanas, y en otros, de solidaridad.

Este es el caso de la Asociación Agropecuaria Esperanza y Vida Juan Martín Moye, de Tilicucho, en La Ecuatoriana, en donde, a través de un emprendimiento que cultiva hortalizas y verduras se practica el autoconsumo, autofinanciamiento y la solidaridad.

María Tixe, presidenta de la organización, cuenta que esta idea nació en 2017 con la ayuda de las Hermanas de La Providencia. Sin embargo, fue en esta pandemia que 8 familias se unieron para impulsar el proyecto que además integra a los ancianos vulnerables y niños.

“El fruto de nuestro huerto lo dedicamos al autoconsumo, y a la venta de los productos, recursos que reinvertimos para mantener la producción. Pero no solo eso, una buena parte de nuestra producción la compartimos con personas cuya vulnerabilidad se evidenció mucho más con esta pandemia, recalca la dirigente.

La huerta tiene cinco y media hectáreas y es propiedad de la organización, se permite que la gente la visite y viva una experiencia diferente, cosechando directamente los productos entre los que se destacan hortalizas y verduras. Esto a su vez constituye una terapia para los visitantes, dice doña María.

Destaca que en el proceso productivo no utilizan químicos, y que la cosecha es cien por ciento orgánica, además enfatiza que por ahora el reto es vincular más familias del sector.

Mónica Flores, administradora zonal de Quitumbe, afirma que el apoyo a estas iniciativas se enmarca dentro en los postulados de la actual administración municipal para devolver la capacidad organizativa y empoderar a los sectores humildes de la capital. Se han entregado insumos agrícolas, y ConQuito ha brindado asistencia técnica a través del proyecto Agrupar.

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