Quito es ‘Patrimonio Cultural de la Humanidad’ y su Centro Histórico encanta

Una mañana quiteña, cálida, con el cielo pintado de nubes blancas se vivió este miércoles 8 de septiembre, día que se celebra un año más en que Quito obtuvo el título de ‘Patrimonio Cultural de La Humanidad’.

Este 8 de septiembre, Quito celebra 43 años de haber sido declarada Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad, por el Comité Intergubernamental del Patrimonio Mundial, organismo perteneciente a la UNESCO, junto con las Islas Galápagos y Cracovia (Polonia) se convirtió en una de las primeras ciudades en poseer esta distinción.

Entre las razones que la hicieron merecedora de esta distinción, están sus valores culturales, artísticos, arquitectónicos y paisajísticos. Quito fue considerada como uno de los testimonios del arte hispano en América, de fusión asombrosa entre el talento indígena y el arte criollo.

En la Plaza de la Independencia o también conocida como ‘Plaza Grande’, Adrián Cañar lleva un sombrero negro, una camisa blanca con cuadros verdes, una pulsera de hilo rojo en su mano derecha, en su cuello lleva colgado un rondador, una quena café, además un saxofón.

Es artista popular, trabaja en el Centro Histórico desde hace 10 años, dice ser gestor cultural, dedicado al estudio de los instrumentos de viento, cuenta que se dedica a la cultura, a la difusión, de música nacional y extranjera, además al teatro y poesía “siento el cariño de la gente. Puedo ganar entre 30 a 40 dólares diarios, tocando música ecuatoriana (pasacalles, albazos, bombas, sanjuanitos y latinoamericana (cumbia, salsa, boleros)”, dijo Adrián Cañar.

Reconocida por poseer una de las mayores densidades patrimoniales de los centros históricos de América Latina, y una diversidad cultural excepcional, en la Plaza Grande encontramos artistas como Adrián Cañar, turistas nacionales y extranjeros frente al monumento a los héroes del 10 de Agosto de 1809, comerciantes, vendedores de diarios y lotería, un predicador hablando de la salvación, los tradicionales lustrabotas vestidos con overoles azules, situados de manera ordenada en el lado norte de la Plaza Grande, junto al Palacio Arzobispal.

Varias banderas de Quito colocadas en los faros de la plaza, fotógrafos, pintores, adultos mayores sentados en las bancas en largas pláticas y ánimos alegres. Al lado sur de la plaza varios negocios, sillas y mesas con parasoles, donde se venden platos típicos, helados, sánduches de pernil, espumilla, jugos, empanadas, humitas, bolones de verde y mucho más.

Esta amalgama de arquitectura, gastronomía, cultura y tradiciones es Quito. El Municipio de Quito, en el ‘Mes del Patrimonio’, ha organizado más de 60 actividades, tanto presenciales cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad y con aforo limitado; y también actividades virtuales.

Pasear por las calles de Quito es una de las más gratificantes actividades que puede realizar el turista, y evidentemente, también sus habitantes, para Milton Cardoso, por ejemplo, turista de Bogotá, Colombia, encuentra una similitud con la de su ciudad “considero que es motivo de celebración el de Patrimonio de la Humanidad, me llama la atención la Banda Municipal y sus uniformes”, afirma estar impresionado por las iglesias antiguas y por su conservación.

Este relicario de América, con su maravilloso Centro Histórico, acoge a artistas como Wladimir Castro, plasma en lienzos imágenes de casas antiguas, coloniales; “me encanta la parte histórica, trabajo al óleo a espátula, agradezco la iniciativa del Municipio de Quito por los Corredores Culturales que atraen a la población local y al turismo, más aún cuando la ciudad cumple un nuevo aniversario como Patrimonio Cultural de la Humanidad, eso es un logro”.

Amalia Herrera, turista de Nicaragua, señaló que ha visto en el Centro Histórico mucha seguridad, la música es muy bonita e invita a bailar, “visité la Iglesia de San Francisco, me encantó”. Para Patricio Ayala, ecuatoriano que vive en España, “este día de conmemoración me gusta mucho ver y escuchar la música de la Banda Municipal, la gastronomía de los negocios que están al pie de la Iglesia de La Catedral y el clima que acompaña para un día muy especial como hoy, aunque por la tarde seguro va a llover, pero esa es la esencia de Quito, siento un ambiente festivo”. Dijo.

Pablo Villalba dijo sentirse asombrado y con menos nostalgia de ver a Quito reactivándose, la gente saliendo a las calles, “todo va tomando vida, me emociona ver el ambiente normalizándose, la gente es lo más bonito que tiene esta ciudad, es amable, colaboradora “.

Mientras que para Lilian Santillán es motivante el mirar negocios como el de Eulalia Guevara, propietaria de un local que funciona más de 75 años, de generación familiar, donde se venden dulces tradicionales: higos, colaciones, dulces de leche, quesadillas, alfajores, turrones, dulces de guayaba, aplanchados, hostias.

Quito es una ciudad colonial y moderna que invita a propios y a extraños a vivirla, a disfrutar su cultura, su arquitectura y tradiciones.

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