Murió Pablo, oso andino, que permanecía en el Zoo de Quito

Hoy despedimos a Pablo, el oso más viejito que vivía en el Zoo de Quito. A sus casi 27 años, este oso andino murió debido a su avanzada edad, indicó el Zoo de Quito a través de una publicación en el Facebook.

El legado de Pablo es enorme. El aporte a la conservación de su especie lo ha convertido en un hito en las acciones de protección de los osos andinos.

Desde 1998, Pablo estuvo bajo el cuidado del equipo del Zoo de Quito. Muchas personas lo vieron crecer y, a través, de sus movimientos lentos en el recinto, entendieron la fortaleza y fragilidad de este mamífero.

Pablo permitió que osos en vida silvestre sean monitoreados, pues collares de rastreo satelital se crearon con base en sus medidas, sus heces fueron utilizadas en la rehabilitación de osos rescatados y la obtención de muestras de su ADN llevaron a implementar estrategias de detección de osos en hábitat silvestre.

Junto a Pablo se avanzó en los protocolos para atención de osos, “aprendimos con él, para él y para todos los osos. Así contribuyó a varios proyectos de investigación para la conservación de esta especie en peligro de extinción, al mismo tiempo que brindó un apoyo fundamental en procesos de educación y sensibilización para cuidar y conservar al oso andino”, indica Martín Bustamante, director de la Fundación Zoológica de Quito.

«Hay despedidas más duras que otras. Solo queda apostar porque en el cielo de los osos todas las frutas sepan a miel», dice Omar Morán, integrante del equipo de zoocuidadores.

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