‘El Desafío Naturaleza Urbana’ en Quito generó datos claves para la conservación

Quito, 23 de mayo de 2024, (Quito Informa). – 1.956 especies de plantas y animales se observaron en el Desafío Naturaleza Urbana, un evento de ciencia ciudadana que se llevó a cabo en Quito y por primera vez en la provincia de Pichincha.

El pasado miércoles 22 de mayo se presentaron los resultados oficiales, los cuales reflejaron 12.496 observaciones, entre protozoarios, hongos, plantas, moluscos, insectos, arácnidos, aves, mamíferos, reptiles, entre otros, alcanzando un total de 17.943 identificaciones. Una cuarta parte de las observaciones ha llegado a convertirse en grado de investigación científica.

Entre las observaciones contabilizadas, cuatro especies no aparecieron en los registros: la lagartija de los jardines de Quito (Pholidobolus montium), el picaflor gigante (Patagona gigas), Churuyuyo de Quito (Commelina quitensis) y el gusano de terciopelo neotropical (Oroperipatus quitensis). Aunque esto no significa que estas especies ya no existan, Francisco Prieto, del Instituto Nacional de Biodiversidad, INABIO, mencionó que es un indicador que alerta a la comunidad científica para analizar la situación de las poblaciones de estas especies en vida silvestre.

Igualmente, existen especies amenazadas que sí fueron observadas y registradas, como la rana cutín de Coloma (Pristimantis colomai), la paloma perdiz purpúrea (Geotrygon purpurata) y el mono capuchino de frente blanca (Cebus aequatorialis). Esto genera esperanza para su conservación.

Las voces

Sandy Espinoza, representante de Jardines Silvestres, contó que vivió dos experiencias gratificantes con los asistentes: “la primera con los niños, que estuvieron muy emocionados descubriendo cosas nuevas y aprendiendo sobre los cantos de las aves y cómo encontrarlas siguiendo los sonidos. Y la segunda, con los adultos que aprendieron sobre las plantas nativas y sus usos medicinales, especialmente algunas plantas locales que son usadas por la comunidad de Rumipamba”, en la parroquia rural de Sangolquí.

Finalmente, para el Zoológico de Quito esta fue una experiencia “que permitió plantear metodologías de aprendizaje al aire libre junto a herramientas de ciencia ciudadana y mostrar que los parques de Quito son espacios naturales de fuerte presencia de biodiversidad”, indicó Gabriela Arévalo, directora de Educación para la Conservación.

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